GOING PLASTIC?...
Someterse a una cirugía plástica debe ser una decisión bien pensada. Algunas personas deciden hacerlo porque hay detalles de su aspecto físico que les causan inseguridades y simplemente quieren sentirse y verse mejor. También están quienes lo hacen para recuperar movilidad o reconstruir alguna parte del cuerpo dañada por alguna enfermedad, accidente o quemadura grave. Cualquiera que sea el caso, hay cosas que debes saber y considerar antes de entrar al quirófano.
Primero que nada hay que entender la diferencia entre una cirugía plástica y la medicina estética. La primera se trata de procesos quirúrgicos que se realizan estrictamente en un quirófano, y la segunda, procesos no quirúrgicos, como botox, rellenos, fillers e hilos rusos. Otra aclaración importante es que los cirujanos plásticos y cosméticos harán lo que esté en sus manos para corregir y mejorar lo que quieras o necesitas pero tampoco hacen milagros, si tus expectativas no son congruentes con la estructura de tu rostro o cuerpo, lo más probable es que el resultado te decepcione. Por eso es fundamental que acudas a un médico certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica (cmcper.org.mx). Lo recomendable es que te entrevistes con tu doctor y cheques sus credenciales antes de antes de operarte, como dice el cirujano plástico, el doctor Abel de la Peña. También puedes darte una vuelta por el sitio de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva, A.C. (cirugiaplastica.mx), donde hay un directorio de todos los cirujanos plásticos del país, por si quieres contactar a uno pero no sabes a quién. Otra advertencia del doctor de la Peña es que “lo barato sale caro”. Checa las instalaciones, no es lo mismo operarse en un hospital que tiene mayor capacidad de respuesta ante cualquier emergencia, que en un consultorio o una casa acondicionada como quirófano. Y asegúrate de que tu médico esté involucrado en tu proceso desde el día uno, empezando por los estudios preoperatorios, hasta el proyecto digital con el que se busca el equilibrio entre las estructuras de la cara, el cuerpo y el cuidado de la transformación, que normalmente incluye la recomendación de una terapia psicológica cuando el cambio es muy grande y exige un desarrollo emocional sustentado que lo acompañe.
Otras observaciones que nos hace la doctora Cynthia Legorreta Chew, cirujana plástica certificada, consisten en tener presente tu historial médico; enfermedades crónicas, alergias, qué medicamentos tomas, además de seguir las indicaciones que el doctor te da después de la operación. Debes saber que aunque el cirujano sea experimentado, si como paciente no te cuidas puedes presentar complicaciones y correr riesgos que se pueden prevenir si eres puntual en los cuidados. Hay otros aspectos de la cirugía que a veces no se pueden prevenir y están fuera de las manos del cirujano, como el tipo de cicatrización o una alergia o reacción a algún medicamento de la que no tenías conocimiento.
Toda cirugía implica un riesgo. El doctor Sergio Lozano explica que en un paciente sano que hace ejercicio tres veces por semana, no fuma y no tiene problemas de circulación, el riesgo calculado es del 0.1%, pero esto puede variar según factores como edad, sobrepeso, diabetes, hipertensión, una vida vida sedentaria, en fin, depende mucho de la salud de cada paciente. Por eso es elemental tener buena comunicación con tu médico, platicar el tema, tomar en cuenta lo que te aconseje hacer y valorar cualquier situación que se pueda presentar.
Otro aspecto importante es la salud mental. “Hay muchos pacientes con trastornos psiquiátricos que debemos de identificar antes de operarlos”, advierte el doctor Lozano, “pues hay quienes se ven cosas que no existen o que magnifican un ‘defecto’ físico y solo están viendo qué operarse sin realmente tener la necesidad”. La doctora Legorreta también hace énfasis en el transtorno dismórfico. Ambos coinciden en que lo ético en estos casos es recomendar una terapia psicológica y no proceder con la cirugía. Actualmente la mayoría de las cirugías plásticas, son ambulatorias, es decir, te operan en la mañana y en la tarde te puedes ir a tu casa, según el tipo de tratamiento. Pero insisto, no importa si vas con un cirujano experimentado, tienes que hacerte responsable de tu salud y cuidados posoperatorios. Siempre ten en cuenta que hay médicos que solo por ganarse unos pesos más te harán la cirugía que quieras a pesar de que estéticamente no sea viable. Desde el principio es mejor invertir en un buen médico, el beneficio para tu salud y apariencia no tienen precio.
“SE TRATA DE LA BÚSQUEDA DE LA BELLEZA A TRAVÉS DE LA ARMONÍA Y EL BALANCE”, DOCTOR ABEL DE LA PEÑA