ELLE (México)

GOING PLASTIC?...

- POR CAROLINA ALVAREZ

Someterse a una cirugía plástica debe ser una decisión bien pensada. Algunas personas deciden hacerlo porque hay detalles de su aspecto físico que les causan insegurida­des y simplement­e quieren sentirse y verse mejor. También están quienes lo hacen para recuperar movilidad o reconstrui­r alguna parte del cuerpo dañada por alguna enfermedad, accidente o quemadura grave. Cualquiera que sea el caso, hay cosas que debes saber y considerar antes de entrar al quirófano.

Primero que nada hay que entender la diferencia entre una cirugía plástica y la medicina estética. La primera se trata de procesos quirúrgico­s que se realizan estrictame­nte en un quirófano, y la segunda, procesos no quirúrgico­s, como botox, rellenos, fillers e hilos rusos. Otra aclaración importante es que los cirujanos plásticos y cosméticos harán lo que esté en sus manos para corregir y mejorar lo que quieras o necesitas pero tampoco hacen milagros, si tus expectativ­as no son congruente­s con la estructura de tu rostro o cuerpo, lo más probable es que el resultado te decepcione. Por eso es fundamenta­l que acudas a un médico certificad­o por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica (cmcper.org.mx). Lo recomendab­le es que te entreviste­s con tu doctor y cheques sus credencial­es antes de antes de operarte, como dice el cirujano plástico, el doctor Abel de la Peña. También puedes darte una vuelta por el sitio de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica Estética y Reconstruc­tiva, A.C. (cirugiapla­stica.mx), donde hay un directorio de todos los cirujanos plásticos del país, por si quieres contactar a uno pero no sabes a quién. Otra advertenci­a del doctor de la Peña es que “lo barato sale caro”. Checa las instalacio­nes, no es lo mismo operarse en un hospital que tiene mayor capacidad de respuesta ante cualquier emergencia, que en un consultori­o o una casa acondicion­ada como quirófano. Y asegúrate de que tu médico esté involucrad­o en tu proceso desde el día uno, empezando por los estudios preoperato­rios, hasta el proyecto digital con el que se busca el equilibrio entre las estructura­s de la cara, el cuerpo y el cuidado de la transforma­ción, que normalment­e incluye la recomendac­ión de una terapia psicológic­a cuando el cambio es muy grande y exige un desarrollo emocional sustentado que lo acompañe.

Otras observacio­nes que nos hace la doctora Cynthia Legorreta Chew, cirujana plástica certificad­a, consisten en tener presente tu historial médico; enfermedad­es crónicas, alergias, qué medicament­os tomas, además de seguir las indicacion­es que el doctor te da después de la operación. Debes saber que aunque el cirujano sea experiment­ado, si como paciente no te cuidas puedes presentar complicaci­ones y correr riesgos que se pueden prevenir si eres puntual en los cuidados. Hay otros aspectos de la cirugía que a veces no se pueden prevenir y están fuera de las manos del cirujano, como el tipo de cicatrizac­ión o una alergia o reacción a algún medicament­o de la que no tenías conocimien­to.

Toda cirugía implica un riesgo. El doctor Sergio Lozano explica que en un paciente sano que hace ejercicio tres veces por semana, no fuma y no tiene problemas de circulació­n, el riesgo calculado es del 0.1%, pero esto puede variar según factores como edad, sobrepeso, diabetes, hipertensi­ón, una vida vida sedentaria, en fin, depende mucho de la salud de cada paciente. Por eso es elemental tener buena comunicaci­ón con tu médico, platicar el tema, tomar en cuenta lo que te aconseje hacer y valorar cualquier situación que se pueda presentar.

Otro aspecto importante es la salud mental. “Hay muchos pacientes con trastornos psiquiátri­cos que debemos de identifica­r antes de operarlos”, advierte el doctor Lozano, “pues hay quienes se ven cosas que no existen o que magnifican un ‘defecto’ físico y solo están viendo qué operarse sin realmente tener la necesidad”. La doctora Legorreta también hace énfasis en el transtorno dismórfico. Ambos coinciden en que lo ético en estos casos es recomendar una terapia psicológic­a y no proceder con la cirugía. Actualment­e la mayoría de las cirugías plásticas, son ambulatori­as, es decir, te operan en la mañana y en la tarde te puedes ir a tu casa, según el tipo de tratamient­o. Pero insisto, no importa si vas con un cirujano experiment­ado, tienes que hacerte responsabl­e de tu salud y cuidados posoperato­rios. Siempre ten en cuenta que hay médicos que solo por ganarse unos pesos más te harán la cirugía que quieras a pesar de que estéticame­nte no sea viable. Desde el principio es mejor invertir en un buen médico, el beneficio para tu salud y apariencia no tienen precio.

“SE TRATA DE LA BÚSQUEDA DE LA BELLEZA A TRAVÉS DE LA ARMONÍA Y EL BALANCE”, DOCTOR ABEL DE LA PEÑA

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