HOME AWAY FROM HOME
VIAJAR ES PARTE DE MI VIDA, POR LO QUE ME HE VUELTO FAN DE LOS HOTELES QUE ME DAN PAZ. LA UBICACIÓN, LA VISTA Y EL DESAYUNO SON INDISPENSABLES PARA MI ELECCIÓN, AUNQUE ÚLTIMAMENTE LA CAMA Y LA DECORACIÓN SE HAN CONVERTIDO EN EL FACTOR QUE ME HACE REGRESAR. AQUÍ DOS HOTELES ESCANDINAVOS QUE TE RECOMIENDO VISITAR.
SKT. PETRI
Aunque Copenhague es una ciudad fácil de recorrer, es importante encontrar un hotel bien ubicado que te dé la posibilidad de ir y venir las veces que sea necesario. Este es el caso de Skt. Petri, ubicado en pleno Latin Quarter, un barrio muy céntrico y cosmopolita rodeado de cafecitos, tiendas y monumentos históricos a los que puedes llegar muy fácil caminando. Si quieres irte un poquito más lejos, recorre la ciudad como hacen los locales en bici. La puedes rentar con el concierge y además te sugiero que aproveches sus conocimientos y tips; mi experiencia con ellos fue increíble, me recomendaron muchos lugares cool y diferentes para cenar, además de ayudarme a armar mis recorridos por día según las cosas que quería hacer. Por otro lado, tomarte un café o un drink en el lobby mientras esperas ocupar tu habitación vale mucho la pena. El espacio de doble altura con un aire totalmente escandinavo, rodeado de plantas y muebles coloridos y de líneas sencillas, te ayuda a entrar en el mood de diseño que vas a experimentar por toda la ciudad. Esto también lo verás en las habitaciones; para los estándares de Europa te sorprenderá el tamaño, son amplias y espaciosas con muebles sencillos y lámparas del estudio de diseño portugués Boca do Lobo. Los pisos de madera continúan con el feeling nórdico, haciendo las habitaciones más cálidas y mucho más cool. La cama, aunque sin almohadas, no sé qué tiene pero descansas increíble. Si te gustan las habitaciones temáticas, amarás la Library Suite o la Art Suite, pero si lo que te importa más es son las vistas, pide la habitación 510 con una vista de 180 grados de toda la ciudad.
El desayuno es vasto y hay de todo. El pan es una gozada, tienen de muchos tipos para que los acompañes con queso y empieces el día de forma muy europea, aunque si estás acostumbrado a desayunar más pesado también existe la opción . La verdad es que aquí todo el tiempo me sentí como en mi casa.
THE THIEF
Este hotel está situado en una de las puntas de la bahía en Oslo. Como está prácticamente rodeado de agua es casi seguro que la vista de tu habitación será increíble. Todas tienen un balcón en el que de fondo tendrás el fiordo, los canales de Tjuvholmen o los edificios vecinos como el Museo de Arte Contemporáneo Astrup Fearnley, al que puedes entrar gratis con la llave de tu cuarto. Los cuartos están curados de forma independiente, desde las obras de arte (que son una característica importante en todo el hotel) hasta el mobiliario, con tal de lograr un ambiente acogedor en cada uno. De hecho, en la tarde te dejan un té de verbena y una galleta para terminar el día descansando frente a las ventanas de piso a techo con una cobija de lana. El interiorismo es impecable y está basado en los detalles, desde las pantuflas hasta las sábanas y todo tiene el toque de diseño noruego. Otro de los mantras de The Thief es la sustentabilidad. En todo el hotel hay un sistema de ahorro de energía que optimiza el uso de agua y luz. Y toda la comida está hecha con ingredientes locales, con tal de ofrecer alimentos sanos con gran sabor y sin sacrificar el planeta. #greentraveler