¿Qué está haciendo la industria cosmética para ser más sustentable?

LOS COSMÉTICOS COMO LOS CONOCEMOS ESTÁN EVOLUCIONANDO. GRACIAS A LAS BIOTECNOLOGÍAS MÁS RECIENTES Y A LAS IMPRESIONANTES FÓRMULAS VEGETALES, LA INDUSTRIA COSMÉTICA SE ESTÁ TRANSFORMANDO PARA REDUCIR SU EFECTO AMBIENTAL Y CONTRIBUIR ASÍ A CONSERVAR LA BIODIVERSIDAD. ESTA ES LA PRIMERA DE VARIAS BATALLAS…

Todos hemos comprado productos de belleza naturales, orgánicos o sustentables y nos preguntamos si están dañando el planeta. En el mundo actual los consumidores son cada vez más conscientes de lo que compran y de los efectos que esos productos tienen en el medio ambiente. Se trata de un reto inminente en el que cada actor importante en la industria de la belleza participa de manera activa.

MÁS LIMPIOS Y ECÓLOGICOS

Las empresas cosméticas llevan diez años desarrollando fórmulas científicas más limpias y ecológicas. Además varias marcas han incorporado productos biodegradables o fórmulas compuestas casi exclusivamente de ingredientes naturales. Pero por ahora seguimos haciendo más mal que bien. “Para tener una mejor idea, debemos calcular la huella de carbono de cada ingrediente a cada paso de su desarrollo y el efecto que tiene en los recursos naturales. ¿Cultivarlo exige mucha agua?, ¿para cosecharlo se requieren vehículos motorizados?, ¿al extraerlo o convertirlo en un ingrediente estable se añaden solventes?, y por último, ¿qué implica transportarlo”, explica Jen Novakovich, fundadora de la organización educativa The Eco Well. En el caso de los aceites esenciales, el efecto varía mucho. Para hacer uno de salvia, por ejemplo, se necesitan muy pocas hojas, pero para un par de litros de néctar de rosas, varias toneladas de pétalos.

EL IMPACTO DE LOS INGREDIENTES

Es mejor escoger fórmulas que para su producción no necesiten mucha energía. “Identificar lo ‘natural’ en un producto no es suficiente. Debemos calcular el efecto de cada ingrediente (ya sea natural o sintético) con ayuda de la investigación científica. Para esto las empresas cosméticas grandes son clave, pues tienen los medios para emplear a equipos de investigación. En un mundo ideal tendríamos un manual para toda la industria”, dice Jen Novakovich. Es muy importante comunicar a los consumidores la complejidad de los procesos. “No olvidemos que los ingredientes sintéticos previenen la sobreexplotación de la agricultura, la deforestación e incluso podrían contribuir a conservar la biodiversidad, pues a veces nos permiten limitar el uso de solventes que podrían ser tóxicos”, explica Sophie Strobel, bióloga cosmética. Hoy más que nunca necesitamos que los científicos aborden estos retos ambientales.

BIOTECNOLOGÍAS: UNA ALTERNATIVA ATRACTIVA

Nuestra prioridad es conservar los recursos naturales del planeta pero, ¿qué significa esto para la cosmética? Los expertos coinciden en que la clave está en las biotecnologías. Este proceso que ya es común en la industria implica tomar bacterias presentes en la sociedad, colocarlas en un biorreactor (recipiente para realizar el proceso químico) y crear los ingredientes deseados, como el ácido hialurónico, un humectante muy valorado con propiedades antienvejecimiento. El proceso permite crear réplicas casi idénticas de ingredientes naturales sin contaminar ni emplear energía en exceso. La fermentación orgánica es una de las técnicas más impresionantes. La vainilla natural, por ejemplo, es cada vez más escasa, pero su contraparte sintética es un buen sustituto.

CONSERVAR LA BIODIVERSIDAD

Estas moléculas sintéticas están cambiando la industria de la belleza, sobre todo en el mundo de las fragancias pero no en sentido negativo, pues ahora tenemos nuevos aromas. “Esto no quiere decir que debamos dejar de cultivar vainilla”, dice la doctora Barbara Olioso, científica y fundadora de The Green Chemist Consultancy. “Hay poblaciones que dependen de ella, por lo que debe seguirse produciendo”. Cuidar la biodiversidad solo funciona cuando protegemos a los agricultores. “En Indonesia, donde la deforestación está fuera de control, se está animando a algunos pobladores a cultivar flores silvestres en los bosques. Se les ofrece un precio