ELLE (México)

INNOVATION IN THE MAKING

- POR CLAUDIA CÁNDANO

FUI A NUEVA YORK EN FEBRERO PARA CONOCER EL TEMA QUE REGIRÁ LAS ACCIONES DE HERMÈS DURANTE TODO EL 2020. PARA MÍ, ESTE VIAJE ABRIÓ UN PANORAMA DISTINTO DE LA VIDA, LA REALIDAD EN LA QUE VIVIMOS Y NO NOS HABÍAMOS DADO CUENTA, PERO LO MÁS IMPRESIONA­NTE ES CÓMO LA MARCA YA SE HABÍA ADELANTADO A LO QUE ESTARÍAMOS VIVIENDO UN MES DESPUÉS.

El doce de febrero volé a Nueva York, terminaba la semana de la moda de esta ciudad y empezaba una de las experienci­as más enriqueced­oras de mi vida. En China, el coronaviru­s ya era una realidad, pero en el resto del mundo no se veía todavía como un futuro cercano. Las calles de la Gran Manzana no estaban tan llenas como siempre y la liquidació­n en Barneys alcanzaba lo límites de la depresión. Hace poco vi un meme que decía que con la liquidació­n de esta departamen­tal había empezado la debacle –y entiendo perfecto que era una burla– pero aun así, eso marcaba un antes y un después en la industria de la moda.

El tema que todos tocábamos era que el mundo se sentía un poco vacío, no teníamos ni idea de que se vaciaría mucho más y que lo que estábamos a punto de vivir sería un cambio radical en nuestra existencia. Con esto me quedó aún más claro que el equipo de investigac­ión de Hermès se había anticipado para subrayar un tema que los regresara a sus raíces, pero con un pie en la innovación.

La cita era a las 7 a.m. en el lobby del hotel Carlyle, y las instruccio­nes en la agenda pedían que fuéramos cómodos y abrigados porque íbamos a tener un día largo. En mi cama estaba la invitación, firmada por Pierre-Alexis Dumas, director artístico de la casa francesa, que decía: “Welcome to the city of imaginatio­n and boldness, the shore to forget old mindsets and dream of future ones, the place to celebrate.

Innovation in the making”. A un lado de la tarjetita había un gorrito preppy con el logo de una H y la leyenda Hermès University. Era emocionant­e no saber qué íbamos a hacer y especular al respecto. La mañana del trece de febrero nos esperaba un camión de escuela que nos llevó al Pier 11 en el distrito financiero para tomar el ferri a Governors Island. Ya en la isla, caminamos unos metros y afuera del Lower Manhattan Cultural Council’s Arts Center nos esperaba la banda de The Wagner College Seahawks. Mientras los escuchábam­os tomábamos chocolate caliente y comíamos conchas de vainilla y chocolate, una onda muy mexicana. Entonces empezaron las clases y escuchamos sentados en unos pupitres retro que me recordaron a las series de prepa. Nuestro primer ponente, después de la bienvenida de Pierre-Alexis Dumas y Lili Chopra (directora ejecutiva del programa de arte de LMCC), fue François Jullien. Este filósofo francés nos puso a pensar en cómo la innovación comienza en la realidad y que para entenderla tenemos que deshacer la conciencia, pensar en lo que es disruptivo para dar un paso hacía delante y abrir un espacio para lo nuevo. En ese momento parecían ideas que nos abrirían el panorama para apreciar la artesanía en la moda, pero ahora, haciendo un fast-forward de ese día, parece que Jullien nos estaba preparando para la realidad que no sabíamos que íbamos a vivir el día de hoy. ¡Qué fuerte!

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico