UN DÍA PERFECTO
Mi idea de plan perfecto para disfrutar este hotel fue pasar un buen rato en las cabañas frente a la playa, hacer una caminata y meterme al mar. Como no soy fan de tirarme a tomar el sol, me escondí en uno de los sillones colgantes. Su estructura tejida y redonda se parece a un nido y ahí dentro me acosté en los cojines a leer y escuchar música. En los árboles también hay hamacas tejidas en las que puedes mecerte sin que nadie te moleste, aunque lo más probable es que alguien del bar se acerque con una hielera y te ofrezca agua, un té o una paleta helada. Y no te asustes si de repente ves pasar frente a ti una iguana, son buenas amigas y casi todas las mañanas bajan de los árboles a tomar el sol.
Hay varias opciones para comer, puedes pedir algo a la playa y no moverte de tu lugar (los tacos de pescado en tortilla de maíz están deli) o caminar unos metros y escoger algo fresco del restaurante Bahía, como yo hice. Su especialidad son los pescados y mariscos y, de hecho, como parte del famoso #CatchOfTheDay, escogí mi propio pescado traído por pescadores locales esa misma mañana para que lo cocinaran a mi gusto.
Les prometo que nunca había probado una tostada de ceviche tan fresca como la que el chef Jorge González me preparó en el momento. Esta experiencia vale toda la pena.
Cuando se hizo más tarde, pero todavía no era hora de cenar, me di una vuelta a The Shack para ver la puesta de sol. Piensa en una palapa con foquitos de colores en la playa donde puedes pedir algo para picar o tomarte un Lo mejor es llegar alrededor de las seis y sentarte en una de sus Creo que pocas veces había visto el cielo pintarse de tantos colores.
Y no puedo dejar de hablar de los demás restaurantes, pues en todo el hotel se come espectacular. En la cena probé platos del menú de Dos Catrinas, que abre todo el día y tiene una propuesta enfocada en la cocina mexicana con muchas opciones El de pato en mole rosa, uno de sus platillos estrella, me pareció muy especial, igual que El Diablito, un coctel del mixólogo Miguel Aquino hecho a base de tequila, que sirvieron en la mesa con una carta del diablito de la lotería decorando el vaso. Con esto confirmé que en este hotel, que es como estar en el paraíso, todo está en los detalles.