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En los últimos años el estilo masculino ha evolucionado vertiginosamente. Siempre hemos visto a diseñadores que han cambiado los esquemas de la moda para hombre pero durante este tiempo que ELLE Man dejó de publicarse en México, la escena en nuestro país cambió por completo. No cabe duda de que el mundo digital ha sido la mejor influencia para los diseñadores en los últimos años, nos guste o no, la industria se está diseñando para verse bien en Instagram. Pero incluso antes de la era de los likes, la moda masculina ya traía una buena racha de creatividad, y ahora encontramos un término, ya bastante repetido, llamado nueva masculinidad. Esto no solo tiene que ver con la apertura en cuanto a la identidad de género y orientación sexual, sino también con la capacidad de expresarse libremente a través de piezas que revelen un estilo personal único. Jean Paul Gaultier y otros diseñadores ya había femininzado al hombre en los ochenta, pero la presencia de diseñadores como Ludovic Saint Sernin, Palomo Spain y el propio Alessandro Michele en Gucci, han provocado una conversación en torno al clóset del hombre actual. El objetivo de esta nueva era es ponerse lo que a uno le gusta y divertirse en el proceso, tener la oportunidad de sentirse la versión más auténtica de uno mismo. Dejar que el estilo sea el vehículo que comunique quiénes somos y cómo nos sentimos. En cuanto al grooming, estamos dispuestos a regresar a lo básico, a lo simple, pero con los cuidados necesarios. Los estilistas apuestan por clásicos como el peinado perfectamente pulido, muy al estilo de los royals, resaltando las pasarelas de Dolce&Gabbana, Rochas y Alexander McQueen. Por otro lado, en los desfiles de Fendi, Hermès y Celine los modelos llevaban el pelo libre y suelto a lo shaggy-chic, que hay que cuidar y estilizar con los productos adecuados para no verse desaliñado. Y no te olvides de la piel; vimos caras muy limpias con una textura iluminada y perfectamente rasuradas, pues una complexión cuidada es y será siempre una gran carta de presentación.