AL ALCANCE DE TU MANO
Los huertos urbanos son una opción para los habitantes de las ciudades que permiten el cultivo de flores, hierbas aromáticas, hortalizas y frutales a escala doméstica.
Si bien no es una superficie grande la que ocupa una instalación de este tipo, uno de los elementos más importantes para que el plantío sea exitoso es el agua y para este fin, un sistema de riego eficiente puede hacer la diferencia. Tener un huerto en casa o en algún terreno campestre, donde pruebes tus destrezas como cultivador y ahorres algunos pesos al contar con verdura propia, es una tendencia que ha cobrado fuerza en el último lustro.
Y es el riego uno de los factores principales para una buena gestión de la pequeña parcela, pero además dependerá del sistema a utilizar y que éste sea adecuado para las necesidades de las plantas, la frecuencia de riegos y la fertilización a través del agua.
ALTA EFICIENCIA
El sistema de riego que se elija estará también condicionado por la disponibilidad de agua en la región y por el tipo de huerto, por lo que sistemas como riego por inundación o por gravedad no son muy recomendables en la zona. Generalmente, destacó Eliseo Ortiz
Enríquez, investigador experto en riegos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), quienes instalan sistemas de riego en huertos urbanos lo hacen de manera exitosa.
“Si a un sistema de riego en un huerto urbano le instalamos una malla sombra tienes mayor protección para el cultivo, ya que lo proteges de plagas y los rayos solares, lo que podría derivar en un mayor rendimiento de los cultivos”, explicó.
GRAN AHORRO
La principal ventaja de contar con un huerto urbano es el ahorro que supone, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura federal.
“Esta actividad ayuda a las familias a reducir los gastos alimentarios al satisfacer el autoconsumo; fomenta la unión familiar, embellece áreas y promueve la alimentación sana, así como el cuidado del medio ambiente”, destaca la dependencia.
A su vez, Ortiz Enríquez comentó que uno de los mejores métodos para regarlos es el llamado riego localizado, que consiste en enfocar el suministro de agua en una zona concreta y llevarla por métodos como el gotero, microtubo, exudación o microaspersión, entre otros.