LA AVENTURA DE SER OSCAR ISAAC
El actor guatemalteco visitó México para apoyar a emprendedores... y hablarnos de sus planes.
Oscar Isaac nunca olvidará su primera audición. Era 1995, tenía 15 años y acababa de mudarse a Nueva York para estudiar Teatro en Juilliard, parada obligada de quienes desean seguir las huellas de ex alumnos súperdotados como Robin Williams o Kevin Spacey. El guatemalteco llegó a la audición con la esperanza de obtener el papel de un narcotraficante. Se plantó en el escenario como el manojo de nervios que era desde que aspiraba a protagonizar obras de teatro en primaria y, como lo hacía desde pequeño, enloqueció al director: “Estuviste increíble”. Aplausos. Contratado. Isaac estaba a punto de levantar los brazos en señal de victoria, como Rocky Balboa, cuando se enteró de que no interpretaría a un gangster, sino a un sirviente gay.
“Así de buena fue mi actuación”, ríe Isaac, de visita en México como embajador de The Venture, la iniciativa de Chivas Regal para apoyar a emprendedores. “Me dieron el papel de un pequeño y dulce mozo. La película se llamaba Illtown, y fue terrible.” Cuando uno está frente a él, jamás imaginaría que este tipo magro, ojeroso y de rizos medio rebeldes podría mutar en un criminal. Pero Isaac es necio, y a casi 20 años de esa audición que con una mezcla de amargura y humor se llevará a la tumba, amarró