UN ANFITRIÓN EXACTO
Presentar un concepto siempre trae grandes expectativas, y cuando se trata de una alianza con el tiempo, nada puede parecer más preciso que el arte de cocinar.
Visitamos el nuevo restaurante Sinaia, donde una de las estrellas, es el menú creado por Poncho Hernández, del cual disfrutamos diversos platillos con montajes muy elaborados por él y su equipo de trabajo que posee grandes habilidades técnicas y manuales, que logran un estímulo visual que habla mucho de lo que pasa en la mente del chef, y eso es clave, que el platillo transmita tal y como él se lo es- tá imaginando, que presente su concepto, “para encontrar esa paz espiritual que logra con cada uno de sus platillos”, comenta Poncho.
Con él, hablamos de la pasión como tal, de cómo es una cuestión de consumirse voluntariamente por algo o alguien. “Para mí, la cocina es mi herramienta para comunicar todas las ideas que tengo, y se complementa por una experiencia técnica que se va adquiriendo poco a poco, pero saber cómo comunicarla, siempre es lo más importante”, platica el chef Hernández. Hoy, un platillo habla mucho de un producto, y al verlo, surge la duda de qué se pensó al crearlo, y escuchar al chef hablar sobre su pasión, y observarlo como un amante del trabajo duro, apasionado por la adrenalina que genera la cocina (un sector profesional donde la relajación no tiene lugar), convierte al platillo en algo sumamente extraordinario.
Y no sólo descubrimos su sabor, sino también la interesante relación que se hizo entre el restaurante y el chef con la marca relojera Oris. Con la cual, a través de platicas, se aterrizó el tema para aportar al comensal, la comunicación de parte de la cultura tan amplia que son ambos mundos: el relojero y la cocina.
“Concordamos con muchos valores, con el tema de que Oris es una marca suiza en la que se cuidan todos los procesos artesanales, con piezas únicas, y todas estas cosas comparten mucho con la forma con la que yo cocino, mi momento creativo. Entonces decidimos hacer esta fusión”, platica el chef. Y el tema aquí fue justamente el tiempo, que es lo que une a ambos.
Como parte de su mundo creativo, el chef portó un elemento que no sólo mide el tiempo con exactitud, la pieza que representa la combinación del diseño de Sinaia, su gusto personal y Oris, el Artelier Skeleton. “En el reloj, vemos todos los engranes funcionando al mismo tiempo para que el resultado sea la hora precisa. Y justamente la cocina es así (ver foto principal); una donde se ve a todos los chicos trabajando los platillos en
tiempo y forma. Esa es la mezcla que terminamos haciendo. Como embajador de la marca tengo mucha responsabilidad en: el sector relojero, por seguir comunicando la calidad de Oris; y para el sector gastronómico de estar levantando la industria, porque detrás de mí hay un equipo muy fuerte, no sólo de cocineros, sino de todos los chefs que me han enseñado algo a lo largo de esta carrera”, responde en exclusiva.
La idea es respetar la esencia suiza, pero presentarla con un toque mexicano. Sobre la relación con el tiempo y su cocina, nos quedamos del lado de lo obvio, “es muy interesante porque el tiempo para poder cocinar es totalmente básico. Forma parte de cada paso, incluso, de las recetas. Si tú las lees, tal cual te dice a qué temperatura, qué cantidad, y siempre te va a decir cuánto tiempo. Sobre todo en mi cocina. El tiempo de maduración de un producto, desde que estamos comprando la masa madre para el pan, hasta la carrillera; a la hora del servicio cuento el tiempo con mi reloj porque realmente hay una perfección cuando se monta un plato. Hay un momento top, que es cuando llega el plato a la temperatura exacta para comer. Entonces como chefs debemos contar incluso los segundos que llega a tardar el mesero en servir el plato. Por eso acaba siendo una relación tan interesante entre el tiempo y la cocina”, explica.
Estar de la mano de Oris le ha generado lazos importantes entre la comunidad culinaria por develar la noticia de esta mezcla, en la cual están incluidos chefs de esta magnitud. La gente los está viendo como algo más... y para Poncho y su equipo, estar respaldados por una marca que trasciende a nivel global, es una ventana para que diferentes países den nombre y posición a la cocina de Poncho, la calidad y nivel de México.