VOX, DENICHOLSON BAKER (1992)
Nicholson Baker era un escritor de manuales de instrucciones técnicas antes de centrarse en la ficción, y su imagen es más de un científico que de un pornógrafo. Baker, sin embargo, se ha convertido en el comerciante de obscenidades de las personas pensantes gracias a libros como The Fermata, de 1994 y House of Holes de 2012. Sin embargo, la mejor y más encantadora suciedad de Baker es Vox.
Vox es un diálogo, llevado a lo largo de una línea de sexo telefónico, entre Jim y Abby: dos estadounidenses amables, sensibles, de clase media, con mentes genialmente sucias. Ellos, sin embargo, vuelven a sus fantasías de masturbación favoritas (las de él enfocadas en catálogos de lencería, las de ella acerca de hacer un equipo de tres con pintores-decoradores fornidos). Abby objeta la palabra “masturbación” (“A veces lo llamo ‘hacerme temblar’”). Para ella, un pene es un “Delgado” (nombre tomado de un exnovio), mientras para Jim, los senos son “frans” (sólo porque le gusta cómo suena la palabra). La novela llega a su clímax justamente como uno esperaría, con Abby reducida a fervientes monosílabos.