THEWHITEHOTEL, DEDM THOMAS (1981)
“¿Soy demasiado sexual? A veces pienso que estoy obsesionada con el sexo”. Así escribe Lisa Erdman, paciente de ficción de Sigmund Freud en su reflexión exuberante y angustiante acerca de su legado. Freud trató de enseñarnos que somos criaturas raras, mientras los escépticos lo acusaban de tener sexo en el cerebro. La sugerencia más extraña de Freud fue que deseamos la muerte tanto como sentimos lujuria por la vida. The White Hotel –presentada en forma de documentos del caso de la Sra. Erdman de la clínica de Freud en Viena, alrededor de 1919– hace un matrimonio entre sexo y muerte que pocos libros se atreven a hacer.
Lisa sufre de dolores en el abdomen y pecho: también alucinaciones desatadas por pensamientos sexuales. Comparte un largo poema con Freud, que incluso el doctor considera “pornográfico”: “Su pene estaba arriba / mi coño y yo comenzamos a inundarnos…”. Pero el poema es la clave para tragedias, secretos y mentiras ocultas. El escenario para su vida de fantasía es “el hotel blanco”, un lugar donde se imagina que la catástrofe y el éxtasis van de la mano: “Llegó tan lejos / dentro de mí, de mi medio húmedo corazón /explotó en una repentina flor… Sentí que el hotel blanco / e incluso las montañas, comenzaron a temblar…”). Lo que Freud es incapaz de prever, es que Lisa sufre un tipo de clarividencia en relación al terrible destino que le espera una vez que el mundo sea convulsionado por la guerra una vez más.