Un día eres al otro, quién sabe
Ser influencer se ha convertido en un oficio enfocado a la promoción de productos y servicios que pareciera fácil de desempeñar y muy redituable.
De un tiempo acá, ni un buen puesto en el trabajo te define tanto como el número de seguidores en redes sociales. Hoy, ese número es sinónimo de estatus en una sociedad digitalizada en la cual, quienes mejor administran su segunda vida, son los más exitosos y admirados por las masas.
Hace dos años que reactive mi Instagram como un ejercicio para probar estrategias de mercadeo digital que después implementaría con las cuentas de moda y belleza que administro y hoy, lamentablemente, pase de ser una consultora de comunicación a simplemente un “influencer”.
Años atrás, este título estaba dotado de poderío. Era sinónimo de liderazgo y expertise en un tema en específico. Hoy es un número de “followers” dejando atrás la “condición” y, muchas veces, el realismo.
Ser influencer se ha convertido en un oficio enfocado a la promoción de productos y servicios que pareciera fácil de desempeñar y muy redituable visto a través de los usuarios de las redes sociales. La red favorita para el desarrollo de éste nuevo empleo es Instagram. Pero ¿Qué pasaría si un día esa cuenta que alimentaste por años ya no existe? ¿Dejaría de ser un Influenciador? Desafortunadamente, sí. Instagram, la red de moda, es también la más estricta en cuanto a regulaciones y desde la caída de Inventadas. Inventadas, el secuestro de las cuentas grandes o el reportarlas a través de múltiples cuentas con la finalidad de desaparecerlas, cada vez es mas recurrente. Desafortunadamente, el trabajo como “influencer” se ha vuelto muy arriesgado y apostarle el todo por el todo a una cuenta que vive en la red ya no es lo óptimo. Llego el momento de capitalizar esa “influencia” y diversificar los “negocios”. Tal y como sucede en la vida real, así como lo hicieron nuestros padres y abuelos, el “invertir” ya sea tu tiempo o tus ingresos en diversos proyectos será lo más inteligente. Como cualquier moda que desaparece con el tiempo, los hoy llamados “influencers” desaparecerán o quedarán en el olvido y solo los astutos y realistas trascenderán para continuar imponiéndose entre las masas. Agencias de representación y marketing, conscientes de esta situación, han desarrollado productos y servicios relacionados con estos líderes de opinión con el objetivo de capitalizar la popularidad de los influencers tal es el caso de Chiara y Yuya a nivel nacional o Her Fave que, como marca local, ha trabajado de la mano de Montserrat Murillo y con una servidora para crear líneas de joyería bien aceptadas por los mercados meta. Melissa Fresnedo, es otro caso relacionado con el tema que ha sabido capitalizar de manera exitosa La Boutikeria y todo su imperio de belleza. Tal y como lo diría Coco Chanel, “la moda pasa…” así que, si estas convencido o convencida de que ser influencer es tu misión de vida, no te olvides de abrir bien los ojos y capitalizar todo lo que hagas.