| VISITA JAPÓN |
Más allá de Olimpiadas, el País del
Sol Naciente tiene un sinfín de cosas hermosas para ofrecerte este año, y aquí te voy a compartir tips de ésos que no ponen en los folletos de viaje, sino que se aprenden a prueba y error.
LA PUNTUALIDAD ES REAL
El transporte público es de los más eficientes del mundo: en shinkansen (tren bala) puedes moverte entre ciudades casi tan rápido como por aire, mientras que el metro y trenes locales te llevan a donde quieras dentro de cada urbe.
Su eficiencia radica en su puntualidad, y te cuento esto para que no te pase como a mí; la hora indicada en la programación de cada trayecto es la de su salida de la estación: en cuanto llegues, confirma que es el tuyo y abórdalo, de lo contrario es probable que sólo alcances a verlo irse sin ti.
CAMBIO DE DIVISAS
Los que van por la vida dando tarjetazos allá se van a topar con pared: usan mayormente efectivo, casi ningún comercio acepta pago con tarjeta; menos aún si te desvías de la ruta más popular y quieres ser turista responsable, distribuyendo tu derrama económica y huella de carbono en otras localidades. Si eliges llevar dólares, el mejor tipo de cambio suele hallarse en los aeropuertos; si tus billetes son viejos y/o muy maltratados, usa las máquinas automáticas que ahí se encuentran (tal vez te den un poco menos, pero son más tolerantes).
MIL Y UN POSTRES
La comida japonesa es famosa por deliciosa, pero los que aún no reciben justicia suficiente en cuanto a prestigio internacional son sus postres, tanto los tradicionales como sus versiones propias de lo más selecto en repostería europea.
Mi vida cambió al dar con un dulcísimo buffet de pasteles, donde puedes comer hasta hartarte durante el tiempo que dure el plan que adquieras.