Salieron ilesos
Puebla.- Después del envión anímico tras vencer al Atlas, los Lobos recibían al campeón Tigres en busca de sumar otros tres puntos que le supieran a oxígeno puro en materia porcentual, pero al final de cuentas ambos repartieron unidades. Salieron ilesos y no se escuchó el aullido y menos el rugido del felino.
En duelo de Universitarios, a los de la U de Nuevo León les salió fructífera su visita a Puebla, ya que salieron bien librados pese a la tempranera expulsión de Carioca que los dejó con diez hombres durante casi 70 minutos, dicha ventaja no la pudieron aprovechar los de la BUAP, quienes ratificaron que con corazón o ganas no es suficiente para ganar los partidos.
Las figuras del campeón no aparecieron y menos la de los Licántropos que deberán pensar ya en el día de mañana, pues en cada duelo se juegan su permanencia.
EL JUEGO
Los Lobos salieron de caza. El frío aderezó su hábitat natural. Se reencontraron con la pelota y desde el primer minuto apretaron a un Tigres que no pudieron acoplarse al gélido clima.
No pasó mucho tiempo para queT la buena organización de los dirigidos por Puente Jr. tuviera frutos. Julián Quiñones, figura del juego pasado, metió un disparo raso y muy potente; sin embargo, el esférico se quedó en los guantes de Nahuel Guzmán, quien se estiró para matar las aspiraciones.
Tigres quiso responder pronto, pues se estaba metiendo a una cueva en la que la luz no llega. Un pase a profundidad del “Chaca” Rodríguez buscando a Vargas se quedó en los guantes de Villalpando.
El juego vivió su primer dramatismo cuando Rafael Carioca se fue expulsado por un pisotón sobre Jordan Sierra. Óscar Macías Romo no se tentó el corazón.
La primera de peligro real llegó por la banda izquierda, Alberto Acosta intentó con un disparo de pierna derecha que se fue por arriba de la meta de Villalpando.
El juego se trabó un poco en mediocampo y no hubo claridad para ninguno de los dos equipos.
Cuando agonizaba el primer tiempo, Ismael Sosa quedó mano a mano contra Villalpando después de una pared con Gignac. El arquero salió valiente y achicó para dejar sin ángulo al argentino.
Como buena manada, el conjunto
local salió inspirado para la segunda parte y jaló parejo en defensa y ataque. Los intentos por cazar al tigre no cesaron, aunque no tenían éxito.
La segunda clara fue por conducto de Irven Ávila, quien se quitó a Nahuel Guzmán en el área grande para quedar solo frente al marco; sin embargo, el balón se alargó mucho y sin ángulo de disparo, éste pegó en el poste y abandonó la cancha.
Edu Vargas pretendió callar el Olímpico BUAP cuando con una volea de media vuelta quiso vencer a Villalpando, quien se limitó a ver cómo se movió la red. Afortunadamente para el guardameta, el balón se escapó por un lado.
Aunque el partido agonizaba, los intentos de Lobos no. Hicieron lo que pudieron para lastimar a un rival que desde muy temprano estuvo en inferioridad numérica, pese a eso, la cueva no hizo que el campeón se achicara. Un empate que a los Tigres les supo a gloria, pero un cero a cero que a Lobos no le hizo justicia.