Cerrojazo especial
Qué gran final. El Mundial de Rusia merecía un cerrojazo especial y lo tuvo. Una final con seis goles, un partido que terminó siendo espectacular, que ofreció un excelente primer tiempo y que también fue emocionante en la parte complementaria, sólo que Croacia no pudo con la efectividad del futbol francés. Adiós Rusia. Grata experiencia haber vivido una Copa del Mundo, increíble. Fue una fiesta completa, con todos los sentimientos que siempre genera un evento de esta naturaleza. Es un torbellino de emociones: alegrías, tristezas, dramatismo, decepción y frustraciones, pero al mismo tiempo ofrece el camino a la gloria.
Francia disfruta este histórico momento, porque contó con un entrenador que conoce a fondo el futbol de su país, porque aprovechó una generación de futbolistas realmente brillante y, lo mejor de todo, es que hay un futuro prometedor con jugadores como Mbappé, que nació justo el año que los franceses obtuvieron su primer título mundial (1998) y su técnico, Deschamps, era jugador. De hecho, el joven futbolista todavía no nacía cuando Zidane y compañía celebraban la victoria sobre Brasil.
La liga francesa no es la mejor, pero como ya lo habíamos destacado, sus jugadores están en los mejores clubes del mundo. De los once titulares que salieron ayer a la cancha del Luzhniki, sólo Mbappé juega en su país y será cuestión de tiempo para que se pague una millonada por él y se vaya a Inglaterra o España.
Griezmann fue clave en esta victoria y se convirtió en el jugador del partido. Un jugador de su clase no podía pasar desapercibido. Y si Croacia fue una grata sorpresa, mucho tuvo que ver Luka Modric. Fue el mejor del Mundial, nombramiento que pudo estar reservado para Messi o Neymar. El 10 croata se llevó, merecidamente, el Balón de Oro. Este Mundial fue una experiencia increíble, porque no sólo fue el futbol, en ese sentido quedaron un montón de reflexiones. Rusia se mostró a plenitud. Con su historia, arte y cultura. Tiene ciudades increíbles y su gente hizo un esfuerzo enorme por regalarnos un Mundial inolvidable. Gracias Rusia, hasta pronto.