Breve, pero movida
DE UN GRAN TORNEO, QUE DEJA UN ENORME RETO PARA LA ORGANIZACIÓN DE QATAR 2022
Moscú, Rusia.- El colorido fue espectacular. Rusia quiso una despedida muy alegre y lo consiguió durante una breve ceremonia de clausura. Emotivo momento. Fiesta y armonía sobre un manto azul que cubrió el terreno de juego, con la agilidad y versatilidad con la que se desplegaron las banderas de todas las Selecciones Nacionales participantes en Rusia 2018.
No dejó de ser un momento nostálgico. Rusia se sacó un 10 con la organización y para imprimirle ritmo, la despedida incluyó al cantante Nicky Jam, de raíces latinas. Lo acompañaron Era Istrefi y Will Smith en el éxtasis de Live it up, el tema del Mundial que animó a los más de 78 mil aficionados en el estadio Luzhniki.
El toque ruso lo puso la soprano Aída Garfullina, aplaudida por todo el público,
poseedora de una voz increíble que también se escuchó en la inauguración de esta Copa del Mundo.
Al mismo tiempo, Qatar se asomó y ha empezado su ardua labor para superar lo hecho por Rusia, un anfitrión que cuidó todos los detalles y que organizó una gran fiesta, en la que los latinos fueron los grandes protagonistas.
En cuanto la mayoría se fue, el ánimo vino a menos, aunque varios se quedaron a disfrutar de la gran final y no perderse del gran título conseguido por Francia.