Fue la gloria poblana
ESCARBA LAS ENTRAÑAS DEL CAMPEONÍSIMO Y SU BUENA ÉPOCA EN EL FUTBOL MEXICANO
El 26 de mayo de 1990 La Franja lograba su segundo título de liga, y segundo de aquella temporada tras la conquista de la copa. El exdirectivo, Emilio Maurer, cuenta cómo fue posible dicha hazaña Cinco equipos presumen el adjetivo de campeonísimos (monarca de Liga y Copa en una misma temporada).
En ese selecto grupo se halla el Puebla de La Franja, que este 26 de mayo celebra 30 años de las conquistas de Liga y Copa, logradas a costa de los Leones Negros de la Udeg y Tigres, respectivamente.
El chasco por no ser campeón en aquella campaña obligó a la directiva, encabezada por Emilio Maurer, a mover fichas contratando como entrenador a Manolo Lapuente.
Lapuente, siete años atrás le había dado su primer y hasta entonces único cetro liguero a La Franja. “Necesitábamos un salto de calidad (de un torneo a otro) y lo dimos con la llegada de Manolo. Con Manolo obtuvimos ese toque para llegar a donde llegamos”, comenta en exclusiva a El Sol de Puebla, el expresidente del conjunto blanquiazul.
Además de Lapuente, la dirigencia contrató a los futbolistas Javier “Chícharo” Hernández, Julio César Romero “Romerito”, José Manuel de La Torre, Edivaldo Martins,
17 TRIUNFOS EN LA TEMPORADA 1989-90
Arturo Álvarez, Edgardo Fuentes y a Pablo Larios, armando un “equipazo”.
Aquello acarreó la desconfianza de la afición, los medios, pero también de Maurer.
Puebla cayó del primer lugar al tercero de la tabla en la fase regular del certamen, la volvía a liar con el cuerpo técnico y plantel tras la derrota en el juego de ida de los cuartos de final.
Pero esa muestra de desconfianza, evidenciada por sus reclamos a cuerpo técnico y plantilla, le valió a Maurer ser víctima de “la ley del hielo” de todo el plantel. “Cuando Correcaminos nos hizo tres goles en el inicio de la liguilla bajé al vestidor enojando, pateando cubetas, balones, gritando, orillando a Manolo a decirme: ‘¿qué estás loco?, ¿qué no confías en nosotros, Emilio?’ Sí, el entrenador corregía al directivo”.
“Luego Marcelino Bernal, otro crack, les dijo a todos los jugadores que no me
Si ese Puebla jugara hoy, sin duda que volvería a ser campeón. Se impondría a las grandes nóminas y a los grandes equipos del futbol mexicano porque era un gran equipo”
EXPRESIDENTE PUEBLA
EMILIO MAURER hablaran y que sólo lo deberían de hacer en la cancha. La verdad creo que mi enojo motivó al equipo para lograr el título”.
La Franja dobló 3-1 en el Cuauhtémoc a Correcaminos para ganar la serie. En las semifinales se impuso a Pumas, ganándole en la vuelta 4-2, para llevarse la eliminatoria tras empatar en la ida 4 por 4.
La final de aquella campaña Puebla logró una ventaja de 2-1 en la ida sobre la Udeg, ventaja importante pensando en rematar la serie en casa. El 26 de mayo de 1990 se consagró como “Supercampeón”.