Remontada a lo Ferguson
MARCARON DOS GOLES EN LA COMPENSACIÓN PARA GANAR LA OREJONA DEL 99
Un día como hoy, pero de 1999, el Manchester United logró una remontada épica que quedó guardada en los libros de historia del futbol mundial. Barcelona fue la sede y el Bayern Munich el rival, en la final de la Champions League, el torneo más prestigioso de clubes en el mundo. Perdían 1-0 en tiempo de compensación, pero David Beckham, Sheringham y Ole Solskjaer cambiaron la historia. Dos goles en tiempo de compensación desató la locura inglesa y la depresión alemana. Al mando de Alex Ferguson, los Diablos Rojos pasaron a la inmortalidad por uno de los episodios más épicos del futbol a nivel internacional.
Antes de todo, la fase de grupos no fue sencilla. El Grupo
D de aquella competencia situó al Bayern Munich, al Manchester United y al Barcelona, lo que terminó en un cruel desenlace para los anfitriones de la final. El Camp Nou ya estaba decretado como el último destino, pero los colores blaugranas cayeron muy temprano.
Los ingleses fueron segundos y los alemanes primeros, con el antecedente de que en sus dos juegos empataron.
De ahí, la fase final tampoco fue sencilla para los pupilos de Alex Ferguson. En os cuartos de final se encontraron con el siempre poderoso Inter de Milan. La ida en Old Trafford fue para los ingleses 2-0, mientras que en la vuelta empataron a un gol y sellaron su pase en las semifinales. Casi igual de épica fue su proeza en esta instancia. Enfrente estuvo la Juventus, otro equipo italiano. La ida terminó en un empate a un tanto, lo que dejó la incógnita hasta el final. Ya en la vuelta, en Italia, al minuto 11 el United tenía todo perdido. Dos cero abajo ante la Juventus de Inzaghi y Zidane, y necesitaba dos goles para avanzar. Ahí apareció el en ese entonces capitán, Roy Keane, que abrió la pinza en Turín tras un tiro de esquina de Beckham que ya anticipaba algo. El segundo tanto y el pase a la gran final cayó gracias a un certero remate de cabeza por parte de Dwight Yorke. La hazaña salió cara, debido a las tarjetas amarillas que vieron Keane y Scholes, los dos pilares del mediocampo inglés.
Ya en la final, Ferguson tuvo que modificar el once, pero la ilusión fue la misma. El encuentro inició y rápido tuvo que remar contra corriente el equipo rojo. En un tiro libre que sorprendió a Peter Schmeichel, Basler anotó el primer tanto del duelo y adelantó a su oncena. Como mensaje del destino, en la segunda mitad el equipo alemán tuvo todo para definir el encuentro a su favor, pero dos postes consecutivos mantuvieron la esperanza inglesa. Ya en tiempo de compensación, con el ingreso de David Beckham, el United tuvo en un tiro de esquina un alivio. El jugador inglés cobró, Ryan Giggs, el galés, remató de volea, pero apareció Sheringham y desvió el balón al fondo de las redes. Explotó el Camp Nou y toda la parcialidad británica.
Un minuto después, un tiro de esquina de las misma zona, cobrado de la misma forma, encontró la humanidad de Sheringham, sólo que ahora Solskjaer desvió el balón al fondo de las redes y le dio la Champions al United, con dos goles en el tiempo agregado, cuando todo parecía perdido, en una de las grandes proezas del futbol mundial.
3 MINUTOS AGREGADOS EN ESA FINAL