En vilo debido a los casos de Covid-19
LAS AUTORIDADES LOCALES SERÁN LAS ENCARGADAS DE DETERMINAR EL NÚMERO DE AFICIONADOS EN SUS ESTADIOS
La final de la Recopa Sudamericana y un duelo de la tercera fase de la Libertadores están en vilo por un mandato judicial que ordena al gobierno local de Brasilia, sede de ambos choques, retomar las medidas restrictivas para combatir la pandemia, que prohíben los partidos de futbol.
La orden de la magistrada impediría la realización del duelo definitivo de la tercera fase de la Libertadores entre Santos y San Lorenzo de Argentina, programado para el 13 de abril, y la final de vuelta de la Recopa Sudamericana entre Palmeiras y Defensa y Justicia (ARG). /
34 MIL FANÁTICOS PODRÁ TENER RUSIA
La UEFA puso fin este miércoles al límite de un 30% de espectadores en los estadios decidido en octubre pasado, dejando a las autoridades locales decidir eventuales cifras, en particular con vistas a la Eurocopa. “Teniendo en cuenta el hecho de que las 55 asociaciones miembros de la UEFA hacen cada una frente a una situación diferente en la gestión de la pandemia, tal limitación no es ya requerida”, explica la instancia tras haber reunido a su comité ejecutivo en una asamblea. La organización mantiene de todas maneras la prohibición de ir al estadio a los aficionados procedentes del extranjero, “hasta las finales de las competiciones de clubes”, es decir la Liga de Campeones y la Europa League, “que tendrán lugar en mayo”.
Su decisión entra en vigor este jueves y se aplica también a las competiciones de futbol sala, que se desarrollaban hasta ahora a puerta cerrada.
La UEFA permite de este modo a las doce ciudades organizadoras de la Eurocopa de futbol, repartidas en doce países, llenar sus estadios si lo desean.
Sus planes de acogida de espectadores deberán ser entregados de aquí al 7 de abril a la instancia europea, que los aprobará o rechazará el 19 de abril en su próximo comité ejecutivo.
La organización excluyó de todas maneras a mediados de marzo que algunos partidos del torneo se disputen a puerta cerrada, obligando por tanto a las autoridades locales a prometer la admisión de los espectadores si no quieren ver sus partidos desplazados a otro país.
Esta exigencia, en plena crisis sanitaria y propagación de variantes más contagiosas, fue mal recibida en Alemania, que debe organizar cuatro partidos en Múnich y prohíbe desde marzo de 2020 la presencia de público en los estadios.
Rumania, en cambio, anunció el 18 de marzo que estudiaba un límite de al menos un 25% de público en el Arena Nationala de Bucarest.
Dinamarca prevé por su parte albergar al menos 11,000 espectadores por partido para los cuatros encuentros previstos en Copenhague, aunque el gobierno se reserva la posibilidad de reducir esa cifra si la situación sanitaria se deteriora.
Mientras que el comité organizador de la Eurocopa en San Petersburgo anunció que el estadio Gazprom Arena podrá cubrir un 50 por ciento de su aforo, que es de 68,000 asientos, durante los partidos de la primera fase y uno de los cuartos de final del torneo.
Pese a la pandemia, el torneo continental cada vez toma más forma.