MARGINADOS EN SU CASA
ENFRENTAN MUCHOS INSULTOS Y UNA CONSTANTE DISCRIMINACIÓN POR EL COLOR DE SU PIEL Y EL ORIGEN AFRICANO
Jambur, India El joven judoka indio Rohit Majgul no solo tiene que enfrentarse a sus adversarios, sino también al racismo y el ostracismo que sufre en su país por sus raíces africanas. Su motivación, sin embargo, es defender los colores de India. A sus 16 años, este adolescente se entrena junto a otros jóvenes en un terreno baldío, bajo un sol de justicia, cerca de la humilde aldea del estado de Guyarat (noroeste) donde viven sus padres.
Rohit creció entre vertederos a cielo abierto y nubes de moscas en la ciudad de Jambur, en la marginalidad en la que se mantiene a la etnia de los siddis por su ascendencia africana, visible en sus rasgos y su cabello encrespado. “Nadie me cree si le digo que soy indio”, explica a la AFP, “me llaman africano, me insultan y provocan”.
“Me echaron del autocar por mi color de piel pero yo aguanto todo con tranquilidad porque quiero triunfar en el deporte y forjar mi identidad”, añade este judoka que dejó sus estudios.
Una parte de la etnia siddi a la que pertenece Rohit desciende de grupos de esclavos subsaharianos que llegaron a la India con los árabes en el siglo VIII.
Otra parte llegó como soldados con los portugueses durante los siglos XVI y XVIII, según los historiadores. Cuando el Imperio británico abolió la esclavitud en el siglo XIX, buscaron refugio en la jungla.
Actualmente, unos 250,000 siddis viven entre los estados de Guyarat y Karnataka (suroeste) donde suelen trabajar como braceros o peones de la construcción.
“Nadie se preocupa por nosotros. No hay nada en nuestro pueblo, ni agua corriente ni baños, nada”, afirma Rohit.
Practicar judo es, para este adolescente, la única forma de escapar a la pobreza y la discriminación. Tras la medalla de plata que consiguió en los Juegos asiáticos de la Juventud hace dos años, Rohit está decidido a representar a India.
Después de un primer intento abandonado en 1987, el gobierno de Guyarat relanzó una iniciativa que busca atletas entre los siddis para mejorar el medallero del país en los Juegos Olímpicos, solo nueve oros en su historia. Shahnaz Lobi, una lanzadora de peso de Jambur, no quiso dejar escapar esta oportunidad de salir de la pobreza. “Maldecía mi suerte”, afirma esta hija de un padre obrero, “pero cuando supe que se iban hacer pruebas deportivas, quise participar”.
Shahnaz confía a la AFP que su sueño sería defender los colores de India en los Juegos Olímpicos de 2024.
En los 80 “nos preguntábamos si los siddis tenían una ventaja genética”, explicó a la AFP R. Sundar Raju, entrenador de atletismo, ya que esta etnia consiguió resultados destacables a nivel nacional en “apenas tres años”.
El gobierno regional retomó este programa en 2015 y lo centró en los siddis que practican judo y atletismo, que empezaron a entrenarse en una academia de Guyarat.
250 MIL SIDDIS HABITAN EL SURESTE DE LA INDIA
Me seleccionaron y fui enviada a la academia de deporte del estado. No tengo amigos allá, pero poco importa. Sólo quiero ganar una medalla y que el mundo sepa que soy india”
SHAHNAZ LOBI
LANZADORA
Nadie me cree si le digo que soy indio. Me echaron del autocar por mi color de piel pero yo aguanto todo con tranquilidad porque quiero triunfar en el deporte y forjar mi identidad”
ROHIT MAJGUL
JUDOKA