El Pato Castillo
El chileno nació el 18 noviembre de 1939, bajo el nombre de Jaime García Márquez Patricio Castillo San Juan, empieza su carrera desde 1970 con un filme y de ahí parte para seguir haciendo cine, televisión y sobre todo teatro, donde lo recuerdo con mucho cariño. Porque él se hacía querer con facilidad, era un hombre sencillo, que trabajaba mucho.
Lo recuerdo en El diluvio que viene, Jaques y su amo más recientemente en Doce hombres en pugna con Miguel Pizarro, Juan Ferrara, Roberto Blandón, Miguel Rodarte, Marco Uriel, José Elías Moreno, Ignacio López Tarso, Aarón Hernán, Salvador Pineda, Rodrigo Murray y el Pato. En Jugadores compartió créditos con Héctor Bonilla, José Alonso y Juan Carlos Colombo. Era una comedia muy especial en la que hombres de la tercera edad se reúnen a jugar cartas y planean ¡el robo a un banco! En Los mosqueteros del rey encabezan por igual Alejandro Camacho, Héctor Bonilla y Pablo Valentín, sin duda las obras mencionadas tienen una característica poco frecuente: sólo reúnen a primeros actores que hacen de todo, pues ni duda cabe que pueden afrontar un drama, o una comedia al mismo nivel. Una anécdota que lo retrata de cuerpo entero, fue cuando en una premiación en el teatro Silvia Pinal, no llegaron muchos actores a recibir su premio y Jorge Ortíz de Pinedo gritó Pato sube por favor. Y subió. En una segunda ocasión fue necesaria la presencia de alguien para recibir su premio y el público (actores y actrices, claro) empezaron a exclamar a voz en cuello: ¡Pato, Pato! Y el subió en todas las ocasiones, muchas, para dar ejemplo de fraternidad y buen humor: así era.
Le recuerdo con un gusto muy especial hace ocho años, le pedí presentar un libro mío, iba a estar de gira en esas fechas, así que me invitó a su casa para hacer un video que pasamos en la fecha señalada. Así era él, generoso y amigable. Le recordaré largos años.
Estar sin sitio con la Compañía Nacional de Teatro, en su sede de Coyoacán
Con la actuaciones de Eduardo Candás, José Covián, Sonia Franco, Ana Ligia García, Marco Antonio García, Olaff Herrera, María del Mar Náder Riloba, Luis Rábago, Roldán Ramírez, Edwin Tovar y Alan Uribe Villarruel. Con la versión y dirección de Cecilia Ramírez Romo, se ha presentado via streaming y presencial esta adaptación libérrima a Estado de Sitio de Albert Camus. Debería de hacerse con mayor libertad y ni mencionar a Camus, porque el texto muy vagamente recuerda al existencialista francés en Estado de Sitio y si aporta mucho de la personal visión de la autora mexicana.
Es una mirada especial a la propaganda, que a veces oculta, disimula y no comunica. Con bella escenografía, logra tomas cinematográficas que van de las tomas cenitales al close up, pasando por las sobreimpresiones. Lo que transmite es una visión optimista sobre el futuro del teatro a través de la video transferencia, que inaugurará un nuevo arte: al tratar de registrar la parte literaria tanto como la plástica, pasando por atractivas formas que permiten disfrutar el espectáculo. Usan además pantallas para ayudar a agilizar la narrativa y las diversas tramas. Vestuario creativo, nada caro.
-La comedia va a empezar-, -No hay que decir la verdad acerca de esta enfermedad- Hay ciertas referencias a la pandemia que vivimos. El caos se siente.
-Demasiado crédulos. Queda proclamado el estado de confinamiento voluntario.
Una muy afortunada ejecución del Teatro Videado. En sólo hora y media, lo que se agradece.