CR7 examina a Uruguay Pepe entrará al quite por Pereira
LOS SUDAMERICANOS SE JUEGAN LA VIDA CONTRA UNA SELECCIÓN LUSA QUE MOSTRÓ CARENCIAS EN SU PRESENTACIÓN EN EL MUNDIAL
Cristiano Ronaldo, Joao Félix, Bernardo Silva, Bruno Fernandes, Portugal y una clasificación en vilo comprometen en la segunda jornada del Mundial a la selección uruguaya, frente a la prueba de fuego en Qatar 2022, pendiente de reconocerse a sí misma, expresarse con más ambición y proponerse de verdad, con hechos, a la altura de las expectativas, en el filo que se mueve entre el pase a octavos de final o el fiasco.
HDanilo Pereira, jugador de la selección portuguesa y del París Saint Germain, será baja contra Uruguay y probablemente frente a Corea del Sur “por la fractura en tres arcos costales del lado derecho” sufrida en el entrenamiento del sábado, según detectaron las pruebas médicas a las que ha sido sometido el jugador, informó este domingo la Federación Portuguesa de Futbol.
En la nota, sólo explica que “no está disponible para el trabajo de la selección”, aunque no especifica ni período estimado de recuperación ni cuántos partidos estará de baja, aunque se perderá el encuentro de este lunes frente a Uruguay, en la segunda jornada del grupo H del Mundial Qatar 2022, con lo que su puesto en el centro de la defensa, en el que jugó la primera cita ante Ghana, deberá ser suplido.
Pepe, a sus 39 años, o Antonio Silva, con 19, son las dos soluciones naturales de las que dispone el entrenador Fernando Santos para reemplazarlo.
39 AÑOS DE EDAD TIENE EL ZAGUERO LUSO CR7
809 GOLES TIENE CRISTIANO EN SU CARRERA
No hay futuro para Uruguay en el Mundial si antes no hay presente. Lo advirtió en la víspera del debut Diego Alonso, su seleccionador. El objetivo está fijado. Es lo máximo. El camino no está trazado. Ni mucho menos recorrido. El equipo celeste sólo puede permitirse mirar, hoy por hoy, a lo más inmediato, a su duelo contra Portugal, que tiene mucha menos presión, porque se ha ganado el derecho al error al vencer en el estreno del jueves 3-2 a Ghana.
No lo hizo la selección uruguaya, que navegó en la nada durante más de 70 minutos ante Corea del Sur (0-0), rebajado a muy poco en el comienzo de su aventura en el torneo, porque el primer tiempo jamás descifró cómo y dónde presionar, tan esencial para el equipo, con la consecuencia que tiene en la clasificación actual de su grupo, el H.
Compartido el segundo puesto con el bloque asiático, tal panorama exige un triunfo este lunes imprescindible para discutir el liderato a Cristiano Ronaldo y compañía, entre la alerta del efecto de la derrota. No lo eliminaría ya, pero la pondría al límite, hasta el punto de que ni siquiera la igualada le bastaría en la última cita ante Ghana.
Enfrente, el conjunto luso avanzará de forma matemática a octavos de final con una simple victoria en Lusail.
Alentada por sus seguidores ayer en el hotel, escenario de un ‘banderazo’, Uruguay necesita recuperar la identidad de partidos anteriores, lejos de la indefinición del pasado jueves. También la mejor versión de sus futbolistas para reencontrar el nivel de un colectivo que, bajo el mando de Diego Alonso, sólo ha perdido uno de sus diez partidos (0-1 con Irán en un amistoso), con nada más dos goles en contra en todo ese recorrido (ese y uno tanto que lo marcó Venezuela), con 19 anotaciones a favor y con ocho choques imbatido.
A esos números, a la convicción que transmite su grupo, a su pasado más reciente, a la forma en que se rebeló a la situación más comprometida en muchos años cuando su tránsito por las eliminatorias ponían más que en duda su presencia en Qatar, pero sobre todo a un ejemplo nítido de cómo actuar ante el primer 0-0, el Mundial de Sudáfrica 2010, se aferra Uruguay para rearmarse de inmediato.
El equipo necesita más de Fede Valverde, un fenómeno relegado a una posición más retrasada que en el Real Madrid, alejado del lugar donde marca las diferencias, en torno al área, con su tremendo disparo; de Luis Suárez, que no conectó ni un solo remate ante Corea del Sur.
Portugal respira diferente en la segunda jornada. No fue una selección incontestable, ni nada parecido, pero marcó tres goles, ganó y cumplió con su propósito.