Y ahora… ¿quién podrá defendernos?

Ya no sé si llorar, reír o materialmente ponerme a rezar. Tampoco sé quién será capaz de anotar un gol en favor de México en Qatar 2022. Digo, no hay quien haga un tiro de larga distancia, un desborde, una jugada individual, una pared, un pase a profundidad. Con ausencia de táctica fija, creatividad y carente de aquél que se eche al equipo al hombro, tampoco veo garra, entrega, pundonor, intensidad. Veo a un grupo de varios “futbolistas” persiguiendo, insensatamente, el balón.

Si contra Argentina el objetivo era “sacar el empate”, ¡no puedes descuidar a Messi! La Pulga recibió el balón sin que hubiera, a diez metros de distancia, un solo adversario azteca que le impidiera “imaginar” el disparo mortal que significó el uno por cero.

Los cambios: al verse obligado a sacar a Guardado, por lesión, me parece que era indiscutible que quien debería de haber entrado al terreno de juego era Edson Álvarez; sin embargo, se decantó por Érik Gutiérrez quien, en mi opinión, es el responsable directo del segundo tanto albiceleste al comerse una finta que “le puso el ombligo en la espalda”. Y resulta inexplicable sacar al Chucky, único futbolista que hace la diferencia, y meter a Raúl Alonso Jiménez (un cono hubiera jugado mejor que él).

Nunca he sentido la impresión de que al Tata” le importe la Selección. Pienso que terminando la eliminatoria le debieron de haber dado las gracias. Lo único que hizo fue ganar la Copa Oro en aquel lejano 2019, y párele de contar.

No han faltado quienes exoneran a Martino, aduciendo que los responsables son los jugadores. ¡Momento! ¿Quién eligió a los futbolistas? Se encaprichó en no llevar a Chicharito, dejó fuera al Bebote, y no quiso llevar a Lainez, quienes bien pudieron ser de mucha utilidad para sacar las castañas del fuego.

Ahora, “las peras ya están a 26”, es mandatorio no sólo vencer a Arabia Saudita, que “no es una perita en dulce”, sino hacerlo de manera categórica.

En una de esas, ni ganando avanzamos a la siguiente fase, porque puede ser que un gol no sea suficiente, sin mencionar que se pueden necesitar hasta tres o cuatro tantos, que la verdad no sé quién será capaz de anotarlos.

Entonces, a sacar el ábaco. El panorama luce muy oscuro. Y ahora… ¿quién podrá defendernos?