Fue todo un acontecimiento
Los Rayados del Monterrey lograron el boleto para disputar las semifinales de la Concachampions en contra de Columbus Crew, al derrotar, categóricamente al Inter de Miami, con todo y Messi.
Tres goles, anotados por: Brandon Vázquez, Germán Berterame y Jesús Gallardo bastaron para que se escribiera la historia y que el marcador global fuera de cinco tantos por dos en favor de los regios.
Muchos, hacían favorita a la escuadra de la MLS, en virtud de que la “Pulga” estaría en el terreno de juego. En mi opinión, un solo jugador no hace un equipo, sin mencionar que los partidos “hay que jugarlos”.
La actuación de Lionel resultó bastante discreta, es más, me atrevería a asegurar que defraudó a los miles de aficionados que “rompieron el cochinito”. El hecho de que la afición norteña haya recibido al astro argentino con abucheos polarizó los comentarios; así, hubo quien pensó que “era un sacrilegio” regalarle una silbatina al “Messias”, hasta los que pensamos que, la afición hace su parte y su obligación es apoyar al equipo local.
Ahora, no es lo mismo un abucheo futbolero que los cánticos procaces que denotan la más ínfima de las calidades humanas, que el “culto” público del BBVA le dedicó a Messi. Las críticas se las llevó el pésimo estado de la cancha ¿Cómo es posible que exista un inmueble de esa calidad arquitectónica que cuente con un terreno de juego tan malo?
Al respecto, me encantaron las declaraciones realizadas por Sergio Busquets, del Inter de Miami: “si bien es cierto que la cancha no está en su mejor estado, es la misma para ambos equipos”, ¡Olé!
Quien al parecer se robó el show y el corazón de los regios fue David Beckham, quien con su sencillez y carisma los conquistó. La mala nota la puso el Tata Martino con su: “De qué le sirve al América ganar la Copa si cuenta con muchos extranjeros y poco aporta a la Selección”. Digo, si a esas vamos, de que le sirve al Real Madrid ganar la “Orejona” si cuenta casi con puros extranjeros. Haya sido como haya sido, la visita del Inter de Messi, fue todo un acontecimiento.