Luis David salió a hombros
LOS TOREROS ECHARON ARRIBA LA TARDE ANTE UN GANADO DE JOSÉ BARBA QUE NO DIO OPCIONES
La quinta corrida de feria en la monumental de Aguascalientes tuvo una entrada regular, bajo el calor común de estas fechas. Se lidiaron toros de José Barba, gordos, nobles, con poca transmisión y débiles, toreables y nada más. Cosa que no bastó para que los toreros lucieran y el festejo haya sido anodino. No obstante Cayetano, Fermín Espinosa y Luis David Adame pusieron todo de sí para que no pasara inadvertida la tarde. Fue Adame quien se fue por delante al cortar una oreja de su primer toro y las dos del segundo, labores respaldadas por dos estocadas.
APUNTES DE CLASE
Discreto con la capa saludó a su primer astado Cayetano. En su faena de muleta daba las primeras pinceladas muy elegante, pero el toro comenzó a claudicar por su debilidad y además de rodar en la arena ya no quiso saber de la muleta. Sabiamente acortó la labor, dejó una estocada
OREJAS limpia y el torero se llevó los aplausos.
Su segundo toro no fue más que el primero, se guardó los lances y lo pasó con dos pares de banderillas debido a la debilidad del astado; el paso soso del astado no limitó para que Cayetano dejara enmarcados muletazos de 24 quilates con la clase que le caracteriza, detalles únicamente que permitió realizar el socio.
SÓLIDO Y MADURO
Larga cambiada de rodillas pegado a tablas, lances a la verónica y chicuelinas andantes para colocar el toro al caballo fueron los saludos copoteros de Fermín ante el primer toro de su lote.
Pinchó al primer intento y al seguro dejó una estocada entera que bastó, se retiró saludando en los tercios del ruedo.
Su faena tuvo tandas de gran calidad, sobre todo una tanda al natural que le salió de pintura; no se aburrió Fermín y siguió buscándole cuadratura al toro, que mostró falta de transmisión, fue deslucido. Dejó apuntes de gran valor por derecha también, viéndose seguro y más sólido. Dejó una estocada entera que no bastó y culminó con la espada corta. Fue premiado con la vuelta al ruedo.
OREJA DE LA TARDE
Luis David se sacó la espina en quites, ligando lances cadenciosos a la verónica. Puso banderillas hábilmente.
Para el tercer tercio pechó con un toro débil, deslucido, que no propuso nada, Luis David estuvo en sitio, sin prisa; dejó detalles bonitos con la tela y despachó de una estocada que bastó y el público le concedió la oreja. Se inspiró con el capote ante su segundo toro dejando pasajes para enmarcar que resultaron verdaderos poemas. Rubricó de una estocada fulminante y bien ejecutada para recibir dos orejas.
3 CORTÓ ADAME A SU LOTE