Soberbio y contundente
SE FESTEJÓ A LO GRANDE EN LA PLAZA MONUMENTAL CON GRAN ENTRADA Y AGRADABLE AMBIENTE
Maratónico séptimo festejo del serial sanmarqueño con la lidia de nueve toros, siete de la lidia ordinaria y dos de regalo. No obstante, el público llenó prácticamente el coso. Andrés Roca Rey llegó para dar una dosis de buen toreo y triunfo absoluto a sus alternantes. Primero cortó dos orejas y luego las dos y el rabo, vaya tarde de este torero peruano que dejó mirando a Joselito Adame y Diego San Román, quienes se fueron con las manos vacías; fue una oreja para Joselito ante su primer toro.
Se lidió una corrida de Corlomé, dos aplaudidos en el arrastre y uno de arrastre lento, los otros tres dispares en comportamiento sin mucho que agregar incluidos los de regalo. Bien presentados y bonitos de estampa. El de rejones fue de Peñalba.
El primer espada, Joselito Adame, aprovechó cabalmente las condiciones de nobleza y bien recorrido de su toro; verónicas con clase y quites por chicuelinas. Faena de muy buena estructura por ambos lados que hizo sonar Pelea de Gallos, mal matando y aun así le entregaron la oreja. Aplausos al toro.
El segundo toro de Adame se mostró más complicado, no se lució con el capote; hizo una faena alardeando su oficio y arriesgó ante el peligro del oponente. Mal con la espada y se retiró entre abucheos. Regaló un toro ante el cual no pasó nada.
Andrés Roca Rey sorteó un toro bravo y de gran calidad para lucirse con la capa y destacar en quites por tafalleras muy quieto. Inició con estatuarios la faena de muleta para luego darse a torear con poder y variedad para rematar de estocada para recibir dos orejas. Aplausos al toro.
Ante su segundo toro se superó con la capa y con la muleta. Logró una faena de altos vuelos que poco a poco abrió la regadera para mandar a sus alternantes a la
ducha. El peruano dio gran faena logrando pases por ambos lados. Dejo una estocada y el juez igual de feliz que el cónclave le otorgó las dos orejas y el rabo.
Diego San Román tuvo un tiro fijo, pero de poco recorrido, lanceó con actitud y quitó ceñido en quites. Con la tela roja se pegó un arrimón para robar los pases. Estocada caída para ovación.
Ante se segundo astado salió animado Diego y tras la magistral puya de Lalo Rivera y sus quites por gaoneras, se fue con la muleta en mano para iniciar de rodillas y cuajar una tanda por derecha de locura.