REGIÓN NORTE
UNA QUINTA PARTE de las empresas más importantes del país tiene su sede en el norte, especialmente, en Nuevo León. Las firmas industriales, como acereras y manufactureras, destacan en una región que, además, alberga los principales conglomerados mexicanos
Es un cliché que, como todos, tiene su parte de verdad: el norte es más rico que el sur. México no es una excepción. En el top 10 del ranking de ‘Las 500 empresas más importantes de México’, de Expansión, que posiciona a las compañías por su nivel de ventas anuales, sólo hay cinco firmas privadas mexicanas, pues las otras son las estatales Pemex y CFE y las estadounidenses Walmart, General Motors y Fiat Chrysler. Y de esas cinco, tres son norteñas: Alfa, FEMSA y Cemex. Todas éstas son regias y tienen sus orígenes a finales del siglo XIX, cuando se desarrolló la industria en Monterrey, propiciada por la cercanía con Estados Unidos y la instalación en esa ciudad de Fundidora de Fierro y Acero. “La economía regional de Nuevo León consolidó una planta industrial competitiva con operaciones en los mercados internacionales”, explica en un estudio Salvador Corrales, investigador del Departamento de Estudios Económicos de El Colegio de la Frontera Norte. “A diferencia del resto del país, donde el Estado mexicano fue el promotor y creador de grandes capitales. En Monterrey se formó un grupo sin la tutela del Estado, cuyo origen son dos familias que se cruzaron para invertir en empresas y reproducirse: las familias Garza y Sada”. FEMSA, por ejemplo, nació en 1890 de la mano de esos empresarios, cuando fundaron con otros socios la Fábrica de Hielo y Cerveza Cuauhtémoc (semilla de Cuauhtémoc Moctezuma, hoy parte de Heineken). La cervecería ya no es suya, pero el conglomerado se ha convertido en el cuarto mayor grupo empresarial del país, la principal embotelladora de Coca-cola en el mundo y uno de los mayores minoristas, gracias a Oxxo. Por otra parte, Alfa nació en 1974 precisamente de la mano de un Garza Sada, Roberto, quien integró tres negocios anteriores: Hojalata y Lámina (acero), Empaques de Cartón Titán (cartón) –de donde surgió más tarde Biopappel– y Draco (minería). Ahora, el holding se centra, sobre todo, en las autopartes, con Nemak, los alimentos, con Sigma, y la petroquímica, a través de Alpek. Igual que este grupo, la mayoría de las compañías norteñas se ha mantenido fuerte en las actividades industriales. Las acereras, por ejemplo, continúan ocupando un papel central: Villacero, Altos Hornos de México, Deacero y Ternium –hoy de la italoargentina Techint, pero también de origen regio– están entre las mayores empresas del país. En este panorama hay algunas excepciones de otras industrias, como los gigantes del sector de alimentos. Gruma, de Nuevo León, Lala, de Coahuila, y Sukarne, de Sinaloa, son todos líderes en sus respectivas especialidades (tortillas, leche y carne). Ahora, la región está en vilo ante la renegociación del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá y la amenaza de Donald Trump de imponer aranceles a los productos mexicanos. Esta incertidumbre golpeó en Bolsa, durante el año pasado, a firmas como Alfa, pero ya se recuperó por la solidez de sus resultados. Como muestra el ejemplo de esta empresa, gracias a la diversificación de su economía y de los grandes grupos que la componen, pase lo que pase parece que el norte no perderá el norte.