EL MOMENTO ECONÓMICO DE PERÚ
Mientras que América Latina ha perdido brillo, el país andino reluce en la oscuridad.
Perú destella en medio de las sombras que cubren parte de América Latina. Mientras Brasil y Argentina tratan de salir de la recesión, y Venezuela se hunde en una crisis, Perú se encamina a registrar el mayor crecimiento regional. Su resplandor lo convierte en competencia para México en inversiones, pero puede ser un aliado en términos comerciales. Al cierre de 2017, la región crecerá 1% y México, 2%, pero Perú lo hará en 2.8%, de acuerdo con el consenso del mercado. El secreto de Perú está en ser uno de los mayores productores globales de plata, oro y cobre, y aliado del mayor consumidor de materias primas del mundo: China. Perú acapara 15% de la inversión china en América Latina, que lo hace su segundo destino de inversiones en la región y el principal para la minería. Ahí están los intereses de empresas como Shouxin o Nanjinzhao, las mineras más importantes de aquel país. Gracias a la inversión de la potencia asiática, Perú ha logrado mantener estables sus volúmenes de producción, lo que hace un contrapeso cuando caen los precios internacionales. Así, desde hace 12 años, el país sudamericano ha crecido a un promedio anual de 5.6%. Su brillo renovado puede atraer a más inversionistas y convertirlo en rival para México, aunque, difícilmente, podría superarlo en inversión. El futuro de Perú luce atractivo apoyado en un mayor gasto gubernamental y un consumo privado sano. “Un rival, sí. ¿Superarlo? Probablemente, no”, dice Jesse Wheeler, analista de BMI Research. “Como economía, Perú es mucho más pequeña”, señala. Para otros, más que rivales, pueden unir fuerzas con una mayor integración comercial. Perú y México son socios dentro del mecanismo de la Alianza del Pacífico, en el que también participan Chile y Colombia. Las oportunidades de la Alianza están en integrar cadenas de valor, según un reporte de BBVA Bancomer. Tiempos de traslado y costos razonables, por la cercanía, son puntos a favor por explotar. “Es posible que compitan en algunos sectores, pero, con el tiempo, los dos países deberían beneficiarse en la medida en que cada uno se concentre en aquellos sectores donde son más eficientes”, dice Felipe Hernández, analista de Bloomberg.
15,000 millones de dólares sumó la IED china en Perú en 2016.