EL MODELO ANTIGUO QUE REINVENTA INDUSTRIAS
Las plataformas de múltiples lados no son nuevas, pero han despegado gracias a los avances tecnológicos. Negocios como Uber o Airbnb se basan en este esquema.
Apple, Google y Microsoft se han mantenido entre l as marcas más valiosas del mundo en los últimos años. Además de ser empresas del sector tecnológico, ¿qué otra característica comparten que las ha llevado hasta aquí? Las tres son matchmakers o plataformas que trabajan en un modelo de múltiples lados: conectan a un grupo de usuarios con otros... como hacen las plataformas de citas, que unen a personas con sus potenciales parejas ideales. Este modelo de negocio agrega la demanda de varios grupos de consumidores y los pone en contacto para que intercambien valor. Por ejemplo, Visa y Mastercard tienen de un lado a los tarjetahabientes y, del otro, a los comercios que permiten este método de pago. No es algo nuevo, este esquema existe desde el ágora griega, cuyos administradores tenían que atraer a los comerciantes y consumidores correctos para que los intercambios entre ellos resultaran valiosos. Sin embargo, los avances tecnológicos recientes, como procesadores más poderosos, que dieron paso a los teléfonos inteligentes, o la conexión a internet móvil de banda ancha, lo han propulsado. Airbnb y Uber son los ejemplos emblemáticos de matchmakers que, en unos pocos años, han aumentado su valor de forma exponencial y se han expandido por todo el mundo. David S. Evans y Richard Schmalensee, economistas y académicos (en la Universidad de Chicago, el primero, y en el MIT, el segundo), comenzaron a estudiar este modelo hace dos décadas. En su libro Matchmakers. The New Economics of Multisided Platforms, desentrañan su funcionamiento y revelan los retos que enfrentan para crecer y mantenerse. Uno de los principales es acumular una masa crítica de consumidores en cada lado de la plataforma. “Si Youtube tuviera
DAVID S. EVANS Y RICHARD SCHMALENSEE
mucha audiencia, pero pocos usuarios que suben contenido, hubiera fracasado porque las personas habrían visto en poco tiempo casi todo el material interesante y hubieran dejado de visitar la plataforma… Y si muchas personas cargaran contenido sin que nadie lo viera, habrían dejado de publicar y la plataforma habría desaparecido”, señalan. Evans y Schmalensee explican los principios económicos bajo los que se rigen los matchmakers. Varios de ellos son opuestos a la economía tradicional, como no cobrarle a un grupo de consumidores por usar el servicio e, incluso, recompensarlos por ello.
CREAR LAS CONDICIONES
En principio, parece muy fácil configurar y hacer crecer estas plataformas. Sin embargo, al analizar el desarrollo de la industria de las aplicaciones para teléfonos móviles, los autores demuestran que, más allá de la tecnología, Google y Apple tuvieron que crear un entorno que permitiera el florecimiento de esta industria. Para ello, establecieron reglas y coordinaron a todos los involucrados: desarrolladores de sistemas operativos, programadores de aplicaciones, fabricantes de dispositivos móviles y empresas de telefonía. Con un lenguaje sencillo, Evans y Schmalensee explican cómo funcionan estas plataformas que conectan a varios usuarios, desde el punto de vista teórico y práctico. Una lección que pueden aprovechar, lo mismo emprendedores en busca del mejor modelo para su negocio que cualquier interesado en cómo funciona la economía digital.