Alejandro Rodríguez,
presidente del club de futbol Tigres, estuvo prácticamente dos días sin dormir para lograr cerrar la contratación del delantero francés André-pierre Gignac, hoy la estrella del equipo. Fue en junio de 2015. Faltaban unas horas antes del cierre de registro de jugadores para la nueva temporada de la liga mexicana, y aún no habían firmado un acuerdo. “En dos días dormí unas cinco horas”, revela el directivo. Fue un proceso complicado, que exigió unos ocho meses de negociaciones, añade. “Pero al final se decidió por México. Le agradó la propuesta del club de buscar estar en los primeros lugares, la ciudad y la pasión de la afición”. Gignac ha sido una pieza clave para colocar al club en el mapa internacional, sobre todo, cada vez que juega con la selección de Francia, y para llegar a ganar dos ligas en México y jugar la final de la Copa Libertadores, que perdió en 2015 contra el River Plate de Argentina.
Gignac, valuado en el mercado mundial en 6 millones de euros, forma parte de la plantilla más costosa del futbol mexicano, cotizada en 58.9 millones de euros (unos 1,200 millones de pesos), de acuerdo con el sitio especializado Transfermarkt. En sólo cinco años, el club de la Universidad Autónoma de Nuevo León ha superado en valor a equipos de tradición y apoyados por grandes empresas, como el América, de Televisa; el Guadalajara, de Grupo Omnilife; y el Monterrey, de FEMSA. El crecimiento de Tigres en los últimos años tiene como base el respaldo financiero de la cementera mexicana Cemex, que administra el equipo a través de la empresa Sinergia Deportiva, que recibió la concesión de la Universidad Autónoma de Nuevo León. “Son como el Real Madrid mexicano”, dice Rodrigo Latorre, director de la firma especializada Mercadotecnia Deportiva. En los últimos siete años, agrega, el club se ha ubicado en los primeros lugares porque ha mantenido una estrategia de comprar jugadores de calidad, en lugar de formarlos desde las categorías inferiores, como hacen otros equipos, como Pachuca y Chivas. Según Transfermarkt, en los últimos cinco años, Tigres ha gastado más de 56 millones dólares para conformar su plantilla actual. La apuesta ha dado resultado, destaca Rodríguez: el equipo ha ganado títulos, se ha colocado en el panorama internacional y ha crecido en patrocinadores, afición y, por tanto, ingresos que invertir en seguir creciendo, pues el club no reparte dividendos y reinvierte todas las utilidades. “Ahora, la prioridad es invertir en jugadores para tener una plantilla competitiva y estar en los primeros lugares”.
MEDICIÓN DE RESULTADOS
Rodríguez repite varias veces que “el objetivo del club es obtener resultados”, dice en su pequeña pero cómoda oficina, ubicada a un costado del Estadio Universitario en San Nicolás de los Garza, en la zona metropolitana de Monterrey. El presidente fue contratado a finales de 2010 con el objetivo de ‘salvar’ al equipo, que se encontraba cerca de bajar de división. Con ello habrían visto caer su taquilla y su patrocinios, además de perder los derechos de televisión, pues a las televisoras sólo les interesan los clubes de primera división. Eso hubiera supuesto un desplome brusco de los ingresos. El club estaba en crisis. Entre 2007 y 2009, los escasos resultados llevaron a Cemex a destituir a tres presidentes –Fernando Urdiales, Enrique Borja y Santiago Martínez– y a cinco técnicos. “En 2010, se hizo una reestructura en la parte directiva, y la prioridad en ese momento fue armar un equipo para salvar el descenso”, recuerda Miguel Ángel Garza Martínez, delegado deportivo del club y uno de los primeros ‘fichajes’ de Rodríguez para renovar el club. Lo primero que hizo la nueva directiva fue incorporar al brasileño Ricardo Ferretti en la dirección técnica. Cemex apoyó en la parte financiera para la contratación del cuerpo técnico y nuevos jugadores, sobre todo, defensivos, como Jorge Torres Nilo, Hugo Ayala y el brasileño Juninho. Tigres no sólo se salvó del descenso. En 2011, un año después, fue campeón del torneo de apertura; en 2013 obtuvo el campeonato de Copa, en 2015 y 2016 levantó de nuevo el trofeo del torneo de apertura; y este año obtuvo el título de campeón de campeones. En ese tiempo también ha disputado otras finales, como en mayo de este año, cuando fue derrotado por las Chivas del Guadalajara en la final del torneo de la Liga MX. “Pasamos de un círculo vicioso a uno virtuoso”, refiere Garza. “Inicia desde la selección del personal en cada una de sus áreas y si le aciertas en la selección del cuerpo técnico y jugadores, empiezas a generar ese círculo virtuoso que hasta ahora va en un balance positivo”. El club se ha convertido, en poco tiempo, en uno de los más populares y respetados del país, y también en un modelo de gestión. “Tigres ha entendido bien el negocio. El producto dentro de la cancha ha tenido buenos resultados, que los ha llevado a niveles de lealtad entre su afición y sus patrocinadores”, señala Laurence Newell, director general de la consultora Brand Finance Mexico. La clave, según la directiva, ha sido la planeación. “No estamos reaccionado a imprevistos, que es el problema de muchas otras organizaciones. Por ejemplo, antes de hacer una contratación, Tigres observa el rendimiento del jugador, dentro y fuera de la