China da la batalla para proveer ETF en México.
Las inversiones tangibles son las preferidas de algunos, oro y diamantes son una opción.
El oro y los diamantes han sido anhelados a lo largo de la historia por su gran valor. Actualmente, aún son motivo de deseo y activos preciados entre el público inversionista. “Cuando uno compra oro físico lo hace pensando en largo plazo, en mínimo 10 años, y con la finalidad de preservar el valor de una inversión”, explica Guillermo Barba, editor de Top Money Report, medio dedicado a inversiones financieras. Una de las formas de comprar oro físico es a través de monedas, como el centenario, la más popular en México. En la última década obtuvo un rendimiento de 176%, al pasar de un precio de 11,250 a 31,000 pesos a la venta, según Citibanamex. En tanto, el precio de un diamante, siempre y cuando se conserve en buen estado, puede subir entre un 30 y 50% en una década, detalla David Hinojosa, especialista en Joyería en Morton Subastas. Su costo se determina por la talla, el color, la claridad y el peso. La firma subastará, a fines de abril, un diamante de 10.33 quilates. El precio de salida será de entre 1.9 y 2 millones de pesos, y en 10 años puede subir a 3 MDP. El rendimiento del centenario y de un diamante es tan atractivo como invertir en Bolsa en el largo plazo, cuyo principal índice tuvo un rendimiento de alrededor de 60% la última década. No obstante, invertir en el mercado bursátil implica un riesgo mucho mayor que comprar metales físicos o piedras preciosas, que preservan el valor de una inversión en el tiempo.