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y comprometidas con la evolución de las necesidades del consumidor y desarrollan la capacidad de predecir sus cambios. El dominio de estas emociones genera la ‘magia’ que hay entre un cliente y una marca. Cuando el usuario se siente atraído por un producto, no hay comentario racional que le impida su adquisición. Además, el consumidor siempre está a la espera de los lanzamientos de las marcas irresistibles, por eso es sencillo que las submarcas y las variedades de productos que lancen al mercado sean bien recibidas.
¿Cómo se logra identificar las necesidades insatisfechas del consumidor?
Esto no debería ser difícil, ya que las marcas deben conocer, perfectamente, a sus consumidores, a tal grado de estar siempre un paso adelante en la generación de productos que satisfagan sus necesidades. Cuando esto pasa, se vuelve realmente sencillo hacerlos felices. Sin embargo, no todas lo hacen. Les hace falta disciplina e interés por conocer a sus usuarios. Pero nunca es demasiado tarde, la clave está en empezar a escucharlos, no dar nada por sentado y estar dispuestas a sacrificar para ganar, ya que algunos consumidores no van a estar de acuerdo con los cambios y se irán con la competencia. No importa: se quedarán los más fieles, los que están dispuestos a pagar más por tener un producto exclusivo.
¿Cuáles son los retos para conectar emocionalmente con el consumidor?