EN LA LUPA
Estos dos sectores tienen muchas compañías en las posiciones más bajas del ranking. De cara al futuro, deberán mejorar.
GRUPOS HOTELEROS
El sector turístico ya es el de mayor crecimiento en el país, duplicando el crecimiento de la economía nacional. Sin embargo, los grupos hoteleros son de los menos transparentes del país. ¿La razón? Es un sector muy fragmentado en el que predomina la empresa familiar, por lo que no tiene las obligaciones de transparencia y gobierno corporativo propias de las firmas públicas. Dentro del IC500, los grupos hoteleros Presidente, Pueblo Bonito, Vidanta y Real Turismo cayeron 60 posiciones en el ranking. Los cuatro grupos empatan en la posición 393 del listado, con sólo dos puntos de 100 posibles. Esto indica que las empresas no hacen públicas sus políticas de ética, anticorrupción y prácticas corporativas, en caso de que las tengan. Expansión consultó a los tres grupos al respecto, pero declinaron participar en esta publicación. “El motivo está ligado a de dónde vienen las empresas, pues son en su mayoría familiares, y en México, las familias no reportan mucho, salvo cuando llegan al mercado de valores por financiamiento”, señala Guillermo Uribe, socio de Holland & Knight México. En la hotelería hay diversos esquemas de operación. Por un lado, están los grupos hoteleros dueños de las marcas y franquicias, por otro, los dueños de los inmuebles, y en ocasiones, hay un tercero que es administrador de los hoteles. Estas tres figuras deben estar alineadas en todo momento, pero no siempre sucede si se trata de hoteles independientes. Y el 70% de los hoteles en México son de marcas independientes que no están apegadas a los estándares de grandes grupos internacionales, añade Uribe. Esto está cambiando. En este año, grandes cadenas hoteleras, como Marriott, Hilton y Hyatt, han anunciado nuevos proyectos hoteleros en el país de la mano de socios mexicanos. Antes de estos anuncios, dice Uribe, hay un trabajo de diligencia legal que implica la revisión de temas como legalidad de terrenos, de trámites y permisos e impactos ambientales, antes de comprometer su marca en algún destino y con algún socio. Por tanto, el tema no es que las firmas mexicanas no tengan compromisos de ética y responsabilidad, sino que no consideran pertinente hacerlos públicos.