SIN FRONTERA
Barrera, Siqueiros y Torres Landa se asoció con Hogan Lovells hace cuatro años. Así pudo crecer en sectores como energía.
Juan Francisco Torres Landa, de Barrera, Siqueiros y Torres Landa, cuenta cómo se reinventó este veterano despacho gracias a una asociación internacional.
El despacho de abogados Barrera, Siqueiros y Torres Landa se fundó hace 70 años. La firma permaneció independiente hasta que hace cuatro años se asoció con Hogan Lovells. Esto permitió, por un lado, la incursión de esa firma internacional en México, y por otro, que el despacho mexicano ampliara su cobertura geográfica y de servicios, especializándose en nuevos temas, como biotecnología y privacidad de datos. Juan Francisco Torres Landa, socio director de Hogan Lovells México, cuenta cómo fue este proceso de integración. ¿Cómo se dio la asociación entre Hogan Lovells y Barrera, Siqueiros y Torres Landa?
Juan Francisco Torres Landa: Acabamos de cumplir cuatro años de la integración. Nosotros no la estábamos buscando, pero teníamos un listado de temas que nos parecían importantes en el dado caso de que aceptáramos integrarnos a otra plataforma. Cuando se aproximan los colegas de Hogan Lovells, había simetría entre lo que nosotros pensábamos que se debería lograr y lo que se estaba ofreciendo. La parte más importante era asegurarnos de que, desde el punto de vista de nuestros clientes y de la nueva generación de abogados, esa plataforma nos hiciera más potentes para dar una mejor calidad y cobertura en el servicio. Aunque sabemos que en el mercado hay dignos competidores que se han mantenido independientes, lo que nosotros hoy podemos ofrecerle al cliente es difícil que ellos lo puedan hacer. Por ejemplo, tenemos abogados expertos en temas como biotecnología, privacidad de datos y energía. A cuatro años de distancia, la curva de aprendizaje ya se acabó y estamos plenamente integrados. Hablando localmente, somos una familia, y a través de este matrimonio, ahora tengo muchos parientes políticos en el resto del mundo.
¿Qué cambió en su oferta de servicios después de la asociación?
JFTL: Te diré lo que ha cambiado y lo que no ha cambiado. Lo que no ha cambiado es nuestro esmero por la calidad en el servicio. Somos una firma de servicios integrales, porque, salvo la materia penal, todo lo hacemos aquí. Lo que sí ha cambiado es que ahora tenemos la posibilidad de acceder a servicios en el extranjero. Clientes que antes no atendíamos en una jurisdicción, ahora, al saber que tenemos presencia en México, nos buscan. O podemos tener clientes que sí atendíamos aquí, pero no en otros países. Hemos podido expandir los servicios. Un ejemplo es el sector de energía. A partir de 2012, cuando vienen todas las reformas en materia energética, hubo un auge de requerimientos de servicios en esta materia. Los despachos locales tuvieron que aprender sobre la marcha lo que es esta práctica internacional. Nosotros no, porque tenemos expertos de países como Venezuela, Estados Unidos y Europa que han tratado con este tipo de contratos, con estas negociaciones y estructuras desde hace mucho tiempo. Entonces, no tuvimos que hacerles pagar a los clientes una curva de aprendizaje, sino que rápidamente hicimos equipos de trabajo que entendían la legislación local.
¿En qué sectores ve mayor oportunidad de desarrollo?
JFTL: Hay muchas cosas que podemos hacer, y me queda claro que con la nueva administración van a venir muchas cosas que hay que atender. Eso puede generar varias oportunidades de nuevos negocios, de inversión, de infraestructura, sobre las que habrá que estar al pendiente para atenderlas, y trabajar con los nuevos funcionarios para ayudar a los clientes. Pero, por otro lado, se van a generar temas contenciosos. Va a haber algunas cuestiones que generen inconformidades, conflictos y discrepancias que también deben ser atendidas, y aquí nuestro foco es que tenemos esa capacidad para trabajar esos asuntos. Esperamos que haya más de lo primero que de lo segundo, pero eso depende mucho de cuál sea la toma de decisiones. Un ejemplo es lo que pueda pasar con el nuevo aeropuerto: si optan por continuar el proyecto, eso va a generar una serie de contratos, revisiones y auditorías adicionales. Si optan por irse por otra alternativa, va a causar muchos conflictos.