LAS FUSIONES Y ADQUISICIONES SON PROCESOS MUY COMPLEJOS QUE REQUIEREN ABOGADOS MULTIDISCIPLINARIOS.
pecados y virtudes de la empresa están en ese data room”, señala la abogada. Para mayor confidencialidad, se crean accesos especiales para que sólo puedan acceder los abogados de la firma que quiere comprar y los directivos que están relacionados con la adquisición. Antes de la era digital, los abogados del comprador iban a las oficinas del vendedor a revisar las cajas de expedientes para tratar de organizarlos y hacer un análisis a partir de ellos. Gracias a la tecnología, este proceso hoy dura entre tres y cuatro semanas, aunque depende mucho de la apertura que tenga la empresa que va a vender a la hora de compartir su información. “Como abogado tienes que ser muy puntual en la revisión que haces, para evitar que haya sorpresas después de la compra”, dice Hernández Castillo. El siguiente paso en el que los abogados participan activamente es la redacción del contrato. La duración de este proceso depende mucho de si el due diligence revela muchos problemas, de si hay que pasar por una revisión del corporativo a nivel internacional y de la cantidad de autoridades involucradas en el proceso, explica Amrita Bahri, profesora de Derecho en el ITAM. Generalmente, quien redacta el draft en una adquisición es el abogado del comprador, y luego lo revisa la parte que está vendiendo, también a través de sus representantes legales. Si se trata de una fusión, la empresa que va a subsistir es la que lo redacta, mientras que el vendedor hace revisiones, y se rebota el contrato hasta llegar a un acuerdo y firmar. Pero el trabajo del abogado no termina ahí. Cuando se cierra el acuerdo de fusión, inicia el periodo de integración, que puede durar años y en el que la asesoría legal también es fundamental. Las medidas más importantes deben realizarse en los primeros 12 meses, incluyendo la actualización de los contratos con los principales clientes y proveedores, destaca Castillo Hernández. Después, el abogado supervisa el proceso de integrar dos culturas distintas en una sola empresa. Un ejemplo de las funciones de los despachos en el proceso de integración es verificar las prestaciones económicas que tenían los empleados en ambas firmas antes de la compra, ya que en la nueva compañía todos deben tener un mismo nivel económico en cada una de las categorías. “Los gerentes de calidad de una firma tienen que tener la misma compensación en la otra. Esto, en ocasiones, representa dificultades financieras, y es donde entran los recortes”, apunta Castillo Hernández. El asesor legal también debe estar presente durante el plan de acción de los despidos, para que se haga conforme a la ley y con los menores problemas posibles. Otra de sus tareas es asegurar que se apliquen las políticas y los procedimientos de la empresa compradora en la nueva compañía. En definitiva, las fusiones y adquisiciones son procesos complejos y requieren de un equipo multidisciplinario de abogados, comenta Mejía. Aunque las partes se pongan de acuerdo en las condiciones económicas y corporativas, todavía es necesario analizar los riesgos laborales, de medioambiente, de comercio exterior y de propiedad intelectual. “Si no tienes un equipo que pueda ver todo eso, hay una posibilidad muy alta de que se te pueda quedar algo en el tintero”, dice el experto de Sánchez Devanny Eseverri. Finalmente, agrega, se trata de trabajar por el bien de las compañías involucradas. “De nada te sirve un abogado que sea técnicamente muy bueno, y que su énfasis sea hacerse lucir como abogado, si eso no contribuye a que salga el negocio”.