500 EMPRESAS frente a la CORRUPCIÓN
En promedio, las principales empresas del país mejoraron la transparencia de sus políticas anticorrupción en el último año. Entre las mexicanas, la mayoría todavía no alcanza el aprobado.
pero todavía queda mucho camino por recorrer. Las compañías mexicanas continúan por debajo del promedio general. En alianza, Expansión, Transparencia Mexicana y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad buscan sumar al sector privado a la lucha anticorrupción en el país, con la segunda edición del IC500.
SSabemos que la corrupción opera en red, y que las redes de complicidades incluyen tanto a funcionarios públicos como a ejecutivos de empresas. Las redes de corrupción se van tejiendo poco a poco: una empresa necesita un permiso, un ejecutivo de la empresa se lo pide a un gestor, y el gestor paga un soborno para acelerar el trámite necesario. Los puntos de contacto entre el gobierno y las empresas son tantos y tan frecuentes que se necesitan acciones contra la corrupción, del gobierno y de la empresa. Por eso lanzamos Integridad Corporativa 500 (IC500), un esfuerzo conjunto de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, Transparencia Mexicana y Expansión para identificar si las empresas están haciendo su parte en el control efectivo de la corrupción en México. El IC500 es un ranking, elaborado a partir del listado de ‘Las 500 empresas más importantes de México’, de Expansión, que califica a esas compañías por la publicidad y el contenido de sus políticas de integridad corporativa. En 2017 lanzamos la primera edición. Este año, y los siguientes, daremos seguimiento a los avances en este instrumento. Es importante destacar que el índice mide la publicidad y la calidad de las políticas de integridad corporativa y anticorrupción, pero no si las implementan ni qué tan corruptas son las empresas. Pese a ello, la existencia y la disponibilidad de las políticas anticorrupción es el primer paso para que las empresas en México orienten sus esfuerzos a mejorar la calidad de sus políticas de integridad corporativa. El IC500 es el catalizador para cumplir este fin. A un año de su lanzamiento, podemos anunciar que IC500 ha dado sus primeros frutos, pues se ha convertido en punto de referencia e incentivo para que las empresas apuren el paso en materia de integridad corporativa. La primera edición del IC500 mostró una situación poco alentadora, pues la mayoría de las compañías no tenía una política de integridad corporativa pública, o si la tenían, era deficiente y dejaba fuera elementos fundamentales para garantizar su funcionamiento. Había una oportunidad de mejora muy importante. Un año después, las compañías más grandes del país han respondido con un compromiso que se refleja en una mejora general con respecto a 2017. Queda mucho camino por recorrer, pero la ruta que las empresas mexicanas han emprendido es la correcta: el compromiso con la Integridad Corporativa.
ÉSTOS SON LOS RESULTADOS
El promedio de calificación subió 10 puntos, pasando de 37 puntos sobre 100 en 2017, a 47 en 2018. Aunque es un avance considerable, el promedio aún permanece por debajo de los 50 puntos. Las 271 empresas mexicanas que aparecen en la lista de ‘Las 500’, de Expansión, están por debajo del promedio general, con 37 puntos. En 2017, la calificación más alta para una compañía mexicana fue de 82.3 puntos, y en 2018 es de 94.1. Pero la calificación más frecuente en 2017 fue de 9.8 puntos, mientras que en 2018 es de sólo 1.96. Esto muestra que, aunque un grupo selecto de empresas mejoró y destaca por sus altas puntuaciones, la mayoría de las firmas mexicanas todavía tienen un desempeño muy por debajo de los estándares mínimos. Es necesario resaltar que la variable relevante en el IC500 es la calificación, no la posición en el ranking, y en este sentido las calificaciones mejoraron significativamente. Sin embargo, todavía hay 201 empresas que siguen omitiendo la publicación de sus políticas de integridad corporativa. Es indispensable darle la vuelta a esta problemática, y que el porcentaje de las compañías que hacen pública esta información vaya aumentando hasta que la totalidad de ellas cumpla con este compromiso. Hay dos tipos de empresas que subieron considerablemente su calificación en el Índice. Por un lado, las que ya estaban el año pasado ubicadas en la parte alta del Índice, y que hicieron ajustes menores a sus políticas de integridad corporativa para mejorar aún más. Son compañías que se preocupan por su reputación, que le dedican recursos y esfuerzo a su responsabilidad corporativa y sus políticas de integridad y que buscan ser reconocidas por ello.