Con el T-MEC las pymes mexicanas en EU repuntarán con financiamiento.
Con el nuevo acuerdo comercial, EU requiere proveedores con valor agregado y las pymes mexicanas, financiamiento.
Adolfo Vega, mexicano, dueño de La Bodega, una de las distribuidoras de abarrotes más grande del Medio Oeste, en Chicago, es optimista sobre su futuro, especialmente, desde que terminaron las negociaciones del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). “Se abren buenas oportunidades para nosotros, especialmente, hacia Canadá”, dice Vega, quien espera aumentar sus exportaciones hacia aquel país y seguir ampliando sus operaciones en la región. Para empresarios mexicanos establecidos en Estados Unidos, la posibilidad de que sus negocios florezcan tiene mucho que ver con lo que pase con el
acuerdo de libre comercio. La negociación para su modernización terminó, aunque aún debe ser firmado y ratificado por los Congresos de los tres países socios. Los entrevistados coinciden en que se ven buenas perspectivas para los negocios mexicanos en aquel país. La integración en la región es una realidad, por lo que las oportunidades serán de ambos lados. Las empresas estadounidenses dependen mucho de la producción mexicana, dice Ricardo Haneine, socio y director general de la consultora AT Kearney México, En Estados Unidos, alrededor de cinco millones de empleos dependen del tratado comercial con México, señalan reportes del Wilson Center de 2016. Según el reporte ‘Latino Entrepreneurship Gap Report 2018’, de la Universidad de Stanford y Latino Business Action Network, en 1996 sólo 6% de las empresas en el vecino país eran propiedad de latinos, ahora, ese número ronda el 13% y casi tres millones de empleos. La población latina en Estados Unidos se estima en 55 millones de personas, de los cuales el 64% son mexicanos. Un punto clave para aprovechar las oportunidades está en la capacitación de la fuerza laboral, especialmente, de las pequeñas y medianas empresas de servicios y tecnología. El mercado necesitará proveedores con ventajas competitivas, que estén a la vanguardia en la ola digital, y nuevos canales de comercialización para el valor agregado que se generará. “El futuro depende de eso, va de la mano”, dice Jaime Di Paulo, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de La Villita, en Chicago. Su asociación trabaja muy de cerca con el Centro Hispano de Innovación de esa ciudad, para establecer nexos con Guadalajara, Jalisco, ciudad a la que consideran el Silicon Valley de México, para ver qué nuevos negocios hay. Las oportunidades se abren para diferentes sectores, uno de los principales es el manufacturero. Entre otros cambios, el nuevo acuerdo establece mayor contenido regional, de 75%, para que los vehículos que producen los tres países se comercialicen libres de arancel en la región. Además, establece que un 40% del contenido debe provenir de zonas con salarios arriba de 16 dólares por hora, que sí pagan automotrices en Estados Unidos y Canadá. “Se van a necesitar proveedores. Las grandes compañías van a requerir contratistas, y para ello necesitan estar bien preparados”, dice Al Zapanta, presidente de la Cámara de Comercio México-estados Unidos, que concentra a 1,500 miembros. Las empresas manufactureras tendrán que hacer un replanteamiento de los procesos que siguen allá y una revisión de sus cadenas de valor, caso por caso, señala Haneine.
¿QUÉ FALTA PARA EL ESTIRÓN?
Para aprovechar el momento, el reto para las pymes mexicanas en EU es que logren superar los escollos que suelen enfrentar para alcanzar su máximo potencial y subir al siguiente nivel. De acuerdo con Jerry Porras, uno de los coautores del ‘Latino Entrepreneurship GAP’, los latinos iniciaron negocios en aquel país, a un ritmo acelerado en la última década –un millón de nuevos negocios cada cinco años–, pero el 98% permanece pequeño y reporta menos de 1 millón de dólares de ingresos anuales. El estudio se basó en encuestas a más de 5,000 empresarios hispanos, 60% mexicanos. La barrera más importante es el acceso a capital. “Instituciones crediticias tradicionales pueden no estar dispuestas a financiar este tipo de negocios porque empiezan
LAS INVERSIONES TIENEN QUE ENFOCARSE EN AUMENTAR LA PRODUCTIVIDAD ANTE EL CAMBIO TECNOLÓGICO QUE VIENE. Ricardo Haneine, AT Kearney México
NO DIGO QUE NO HAYA RETOS, LOS HAY, PERO EL EMPRENDEDOR MEXICANO ES IMPETUOSO, ESTÁ EXPANDIENDO SUS PLATAFORMAS PARA HACER NEGOCIOS. Luis Hernández, presidente de la Asociación de Empresarios Mexicanos en San Antonio.
pequeños y así se quedan”, dice Marlene Orozco, analista principal de Stanford Latino Entrepreneurship Initiative. Según sus análisis, sólo 12% de las empresas de ese tamaño recibió un préstamo de una institución bancaria. “Lo que hemos visto es que aquellos que han logrado obtener financiamiento han sido resilientes e ingeniosos”, comenta la experta. Sin embargo, algunos empresarios reportaron en la encuesta haber recibido su primer financiamiento después de obtener 20 negativas. “Lo que recomendamos es que no se detengan al primer no”, dice Orozco, y agrega que estos emprendedores han empezado a recurrir a la banca electrónica para obtener crédito. El caso es similar a lo que sucede en México, en donde las pymes, que son la base del empleo, también necesitan más apoyos de capital y enfocarse, hoy más que nunca, en la innovación. “Un momento así, de inducción tecnológica, da entrada a nuevas empresas para cambiar un poco las reglas del juego de quién gana en los mercados. Es ahí donde las pequeñas, pero con talento, tienen la oportunidad de crecer. Es un cambio de paradigma. Por eso, las inversiones tienen que enfocarse en aumentar la productividad ante el cambio tecnológico que viene”, concluye Haneine.