El nuevo estilo de rentar con servicios de valor y rendimientos.
El mercado formal de vivienda en renta crece en México y ofrece una opción estable de inversión y con elevados rendimientos.
El alza en las tasas de interés, la baja en el poder adquisitivo y el descenso en la oferta de vivienda en venta hace que cada vez sea más difícil comprarse una casa. Frente a esto, una opción es rentar. Y para los inversionistas, convertirse en ‘casero’ ofrece rendimientos estables y poco riesgo. “Cuando suben los sueldos de la población, el costo de la renta también lo hace, y este tipo de inmuebles nos protegen contra la inflación y suelen mantener su valor a largo plazo”, explica Francisco Andragnes, director de la firma inmobiliaria Metro Buildings. El mercado formal de vivienda en renta está creciendo en México, gracias al surgimiento de nuevas plataformas, como Homie.mx, que ofertan y consiguen departamentos sin pedir aval, y colaboran para agilizar los procesos de arrendamiento. Según Marco Torres, gerente de Operaciones de Homie.mx, durante 2018 ha crecido el listado de departamentos ofertados. Augusto Arellano, CEO de la empresa de asesoría financiera Evercore Partners México, agrega que el mercado de vivienda en renta ha evolucionado de forma rápida por el interés de los participantes institucionales –desarrolladores, operadores e inversionistas inmobiliarios– por invertir en el sector. Hasta hace poco, este mercado se manejaba de manera informal con inversionistas pequeños que compraban una o dos unidades. Pero eso cambió recientemente. “Creo que el detonante de este cambio ha sido la participación de la Sociedad Hipotecaria Federal. Fue el banco de desarrollo que entró por primera vez a llenar el vacío o corregir un poco la falla de mercado que existe con la banca comercial orientada a financiar la vivienda en venta”, menciona este experto. Un ejemplo del auge de este sector es Sírenta, que en 2017 se convirtió en el primer administrador de vivienda en renta en emitir un Certificado de Capital de Desarrollo (CKD), con un programa por 20,000 millones de pesos que se destinarán, exclusivamente, a construir este tipo de inmuebles. Otra de las compañías que apuestan por este segmento es Greystar. Joanna Frazier, su directora de Operaciones, señala que sus recursos proceden de un fondo canadiense levantado en 2015, por 5,000 MDP. Uno de los factores atractivos que ofrece esta vivienda para un inversionista institucional, como las afores, es que los desarrollos tienen cientos de departamentos y cada uno representa un porcentaje pequeño de éste. Por eso, “cuando pierdes un inquilino, el efecto sobre los ingresos totales del inmueble es bajo. En nuestro caso, todos nuestros proyectos están muy enfocados a generar retornos arriba del 20%”, destaca Roberto Ordorica, presidente de Sírenta. La demanda estará entre 4,000 a 6,000 unidades por año en la Ciudad de México, estima Jordan Malugen, director general de Nomad Living. “Y después de que se estabiliza al 92% o 95%, el activo sigue creciendo”, resalta.