¿QUÉ PASA CUANDO UNA EMPRESA PIENSA EN SU COLABORADOR?
Cuando considera que cinco días no es suficiente para que un empleado que acaba de ser padre esté con su pareja y su hijo, que ellos también quieren involucrarse en la vida familiar o que, para algunos, la diferencia está en que la empresa confíe tanto en su equipo que no tengan horarios fijos, sino objetivos. Esto es lo que define a una Súper Empresa. Que, como señala Pascal Kornfuehrer, director de Covestro México, saben que su recurso más valioso y lo que les diferencia de la competencia es el talento. La maquinaria se puede reemplazar, los productos, ser replicados por la competencia. Pero sus colaboradores son únicos. Y el talento responde. Los índices de rotación disminuyen, en muchos casos, hasta ser imperceptibles. “Si en la empresa no hubiera esta flexibilidad, no seguiría ahí. No solamente yo, muchos más no seguiríamos”, afirma Emilio Cadena, CEO de Grupo Prodensa. Hace 10 años, esta compañía inició un programa piloto de seis meses en el que las mujeres podían trabajar desde casa. Un año después, amplió el beneficio también a los hombres. En ello juegan un papel importante las personas que integran el equipo de liderazgo. Por eso, afirma Gabriel Fernández, director general de Mars Wrigley Confectionery en México, en la empresa nadie tiene una oficina o un tratamiento especial. Rodrigo Puga, presidente y director general de Pfizer en México, lo tiene claro. Él, que comenzó como becario en la empresa, señala que es necesario “perder el respeto a la jerarquía mal entendida” para escuchar qué necesita la gente. No se trata sólo de contratar al mejor talento, asegura, sino de retenerlo.