EL NACIMIENTO DEL SANTOS MODERNO.
Aunque el primer Santos voló –literalmente– en la muñeca de Alberto SantosDumont, en 1904, el reloj empezó a ser producido en 1911. La evolución más importante se registró en 1978, cuando la marca lo rebautizó como Santos de Cartier y lo lanzó con un brazalete de acero integrado a la caja, con los tornillos de oro visibles para hacer juego con el bisel del mismo material. La combinación sigue presente hasta hoy, como en el cronógrafo que aparece en esta página.