EL IMPULSO A LAS ENERGÍAS LIMPIAS
Estas fuentes de energía son parte importante de la transformación que requiere el sector eléctrico nacional.
México ha impulsado el desarrollo de este tipo de energías mediante el establecimiento de ambiciosos objetivos y un sistema regulatorio favorable para la inversión privada. Las metas disponen que la aportación de las energías limpias para la generación de electricidad debe ser de 35% y 50% para 2024 y 2050, respectivamente, cuando al cierre del segundo trimestre de 2018, representaban 27% del total de la capacidad instalada. En este sentido, las subastas eléctricas han sido instrumentos exitosos, pues atrajeron un importante porcentaje de inversión privada y aumentaron, considerablemente, el portafolio de proyectos de generación eléctrica en el país. Empresas nacionales e internacionales están participando activamente en el sector y han actualizado sus estrategias para capturar oportunidades en un mercado eléctrico en plena transformación. México cuenta con un entorno climatológico (irradiación solar/vientos) y regulatorio favorable para impulsar el desarrollo de las energías limpias y renovables, además de mecanismos de atracción de desarrolladores (como incentivos fiscales) y mecanismos de promoción para su uso, como los Certificados de Energías Limpias (CEL). Existen otros factores que promueven la utilización de energías renovables, como: la paridad de precio y desempeño con respecto a las energías convencionales, la posibilidad de ayudar al balance de la red, la aplicación de nuevas tecnologías, así como los cambios en las preferencias de los consumidores con respecto al uso de ciertas fuentes de energía. Hasta el momento, las renovables han demostrado ser una alternativa real y competitiva para el abastecimiento de electricidad. En México mantienen una perspectiva de crecimiento sostenido a futuro, siguiendo las tendencias globales y los compromisos asumidos en esta materia.
Así, en el largo plazo, la perspectiva del mercado eléctrico nacional se observa positiva, tanto desde el punto de vista de expansión en el sector, como en términos referentes a las oportunidades de negocio. Sin embargo, en el corto plazo, el panorama se percibe un tanto incierto. Con el cambio de administracion, el nuevo gobierno tomó dos decisiones que han complicado la perspectiva: la primera, la suspensión de la cuarta subasta de largo plazo, a finales de 2018. La última información que se ha dado a conocer es que, como tal, el esquema se cancelará y se implementará un modelo integral descentralizado, con la participación del gobierno, la iniciativa privada y la sociedad. Esta estructura tendrá como eje de acción a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). La segunda resolucion fue cancelar las dos licitaciones para la construcción de líneas de transmisión de corriente directa. Finalmente, funcionarios de la Secretaría de Energía (Sener) han señalado que se incluirá la modalidad de almacenamiento en este nuevo esquema y una mayor participación de la CFE en la generación renovable. No obstante, aún existen muchos retos para alcanzar el siguiente nivel en la transformación del sector eléctrico, especialmente, para incrementar la participación de las renovables intermitentes (solar o eólica) en la matriz energética.