GUERRA ENTRE POTENCIAS
El 22 de marzo de 2018, el presidente Donald Trump firmó un memorándum sobre las acciones de los Estados Unidos relacionadas con la investigación contra China bajo la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974, con la cual se puede abordar las barreras extranjeras “desleales” a las exportaciones estadounidenses. Descrito por la Casa Blanca como un objetivo de la “agresión económica” de China, el memorándum identificó cuatro prácticas de particular interés: requisitos de transferencia de tecnología forzada; requisitos de licencia discriminatorios; inversiones dirigidas y adquisiciones de compañías estadounidenses para obtener tecnologías de vanguardia y propiedad intelectual, y robo cibernético de secretos comerciales de Estados Unidos dirigido por el Estado de esa nación asiática. Como consecuencia de este caso, al no alcanzarse un pacto bilateral, las aduanas estadounidenses cobran un arancel de 25% a bienes importados de China por un valor anual de 234,900 millones de dólares, mientras Trump ha iniciado el proceso de consultas para imponer una tarifa de 25% al resto de las importaciones chinas. Como represalia, China anunció que a partir del 1 de junio aplicará aranceles punitivos contra importaciones originarias de Estados Unidos por un valor de 60,000 millones de dólares anuales, cuando ya cobra impuestos a la importación a productos estadounidenses por unos 110,000 millones de dólares. En esta guerra comercial, las aduanas mexicanas tienen el reto de realizar una mayor vigilancia, porque las empresas pueden triangular productos de China para intentar ingresarlos por terceros países a Estados Unidos, eludiendo el alza de aranceles fijada por las dos potencias. También puede darse una sobreoferta de ciertos productos de China y Estados Unidos por las restricciones comerciales mutuas, los cuales podrían embarcarse súbitamente a terceros países. El conflicto comercial ha generados oportunidades coyunturales para México, quien superó a China en exportaciones de productos a Estados Unidos en marzo, un hecho que no ocurría desde julio de 2003, de acuerdo con datos de la Oficina del Censo estadounidense. Sin embargo, “Cuando dos elefantes se pelean, quien más sufre son las hormigas que están en el suelo”, acotó Fernando de Mateo, exembajador de México ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), refiriéndose a que siempre, durante una guerra comercial habrá afectaciones para todos los países, sobre todo a los de menor tamaño comercial.