REVIVIENDO LOS CAMPOS OLVIDADOS DE PEMEX
Diarqco trabaja para encontrar petróleo en una de las áreas abandonadas por la petrólera estatal hace casi dos décadas.
Un equipo de perforación terrestre taladra el suelo de Mayacaste para buscar el núcleo petrolero de este campo. A unos metros, una lámina cubre un tubo que lleva casi dos décadas sin producir una gota de petróleo desde que Pemex abandonó el área. Las razones pueden resumirse en que el exmonopolio había encontrado mejores zonas para invertir su dinero, y un campo marginal como el ubicado en Tabasco no valía la pena su atención. La reforma energética abrió la oportunidad para que otras firmas diferentes a Pemex pudieran interesarse en estos pequeños campos, y aportar algunos cientos o miles de barriles diarios a la producción petrolera del país. Grupo Diarqco ahora trabaja para encontrar y explotar el crudo en esta área, un pequeño piquete en las tierras de la petrolera nacional. Pero la entrada del gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha puesto freno a la reforma energética, y ha exigido disculpas porque nunca se lograron los objetivos prometidos cuando se aprobó, como llegar a tres millones de barriles promedio diario.
El político tabasqueño tiene en mente un plan energético que vuelve el centro de gravedad de los trabajos y las inversiones hacia Pemex, sin la necesidad de alguna modificación legal en el mediano plazo. “Le hemos apostado a la diversificación, y siempre se dijo que la idea era migrar a tener los campos. Pero nunca dejamos de prestar servicios a Pemex, que es nuestro origen, (…) el mercado dirá hacia dónde debemos enfocarnos”, señala el director general y fundador de Diarqco, Jorge de Dios. Las petroleras internacionales que entraron gracias al nuevo modelo del sector tras la reforma energética, y las mexicanas que nacieron en este proceso, saben que tienen un voto de confianza que, en cualquier momento, se puede volver una sentencia sobre sus inversiones, porque el gobierno de López Obrador les ha pedido demostrar que pueden producir crudo antes de dejarlas entrar otra vez en el patio de juegos de Pemex. “Para el 2021, la producción de privados rondará los 200,000 barriles por día, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (AMEXHI), en tanto la nueva producción de Pemex alcanzará los 400,000 barriles en una tercera parte del tiempo en relación con los privados”, dijo el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, en un evento organizado en el campo Ixachi, en Tierra Blanca, Veracruz, al que también asistió el presidente Andrés Manuel López Obrador. Los analistas ven en este reto una comparación injusta porque las nuevas petroleras se quedaron con los campos menos atractivos de la paraestatal, o con áreas donde únicamente se tienen indicios de que pueda existir petróleo; por lo que requieren de más tiempo para demostrar su valía. Pero en esta oscilación del péndulo en la política energética del país, Diarqco y otras empresas que suman 111 contratos vigentes, ven con una mezcla de alivio e impaciencia el “voto de confianza” para demostrar qué pueden aportar al plan del presidente. “Lo que tenemos de asignaciones nos dan para entretenernos un buen rato, al menos, cinco años. Así que los que ganamos asignaciones tenemos para trabajar un buen rato, aunque sería bueno que se siguieran dando posibilidades”, dice Jorge de Dios.
LOS TEJANOS TABASQUEÑOS
Las vacas y los bueyes parece que nunca se movieron de su lugar. Los animales siguen pastando en los alrededores del campo Mayacaste, uno de los 25 bloques adjudicados en la ronda 1.3 a finales de 2015. Pero el panorama ha cambiado desde que Expansión visitó este perímetro en 2016. Ahora hay un puñado de casas a unos metros de la entrada del área de labores donde una torre de perforación petrolera trabaja 24 horas en busca del preciado oro negro.
Diarqco ahora se empeña en demostrar que apostaron a uno de los pozos ganadores, y que donde sólo había un tubo enterrado en medio de una zona de pastizales altos, y rodeado de ganado bobino, ahora se producirán las primeras gotas de petróleo buscado, encontrado y explotado por privados. “Al menos en Tabasco, estamos a punto de la primera producción 100% privada en más de 80 años, con su respectiva aportación al Estado. No extranjeros, sino tabasqueños, en este caso, y de alguna manera sin tener ninguna intervención con Pemex”, dice el presidente de Grupo Diarqco. El directivo habla mientras que un grupo de cinco trabajadores bañados en el llamado lodo mágico, un compuesto de tierra, agua y otros químicos que ayudan a disminuir la fricción, embonan piezas de tubería de acero, una tras otra, que la excavadora va clavando en el subsuelo, cada vez más profundo, para sacar las muestras de que en ese punto existe un camino para llegar a un receptáculo de crudo. “La perforadora que está con nosotros es tabasqueña, con muchos años de experiencia. De esta manera hemos intentado crecer con los proveedores locales, porque aquí hay mucha experiencia y capital humano”, presume De Dios. El empresario se siente operando como en las prolíferas cuencas del sur de Estados Unidos, donde abundan los pequeños productores de petróleo que dieron vida al fenómeno del shale oil y el shale gas. Nada de oficinas lujosas, cuadrillas de trabajadores, cuatro subdirecciones para tomar una decisión. Aquí, los problemas sociales o sindicales los tiene que venir a arreglar él y su director de Operaciones en persona, porque no se pueden perder más dólares de los necesarios. “Esto se acerca más a un modelo como el tejano, porque si vas a ver una operación allá, te subes a la camioneta pick-up, con tu caja de herramienta y checas el pozo, si está fluyendo, y te retiras, y te vas a otro. Y llegas a un camper sin tanta burocracia”, dice De Dios. La empresa espera producir los primeros barriles en esta zona en la segunda mitad de este año, tras invertir cerca de 10
AL MENOS EN TABASCO, ESTAMOS A PUNTO DE LA PRIMERA PRODUCCIÓN 100% PRIVADA EN MÁS DE 80 AÑOS”. director general y fundador JORGE de DE Diarqco. DIOS,