OTRA FORMA DE MEDIR
Cuando Expansión, de manera pionera en el mercado mexicano, inició el ranking ‘ Mujeres poderosas’ para desafiar la estructura rígida de poder en las empresas, eran pocas las mujeres ejecutivas en rangos medios o altos dentro de las corporaciones. Aún menor era el número de empresarias sobresalientes, en su mayoría, como hijas únicas herederas de empresas familiares. En 1998, sólo 5.4% de los cargos directivos de ‘Las 500 empresas más importantes de México’, de Expansión, estaban ocupados por mujeres. Por ello, el principal elemento a evaluar eran las compensaciones que recibían y, para hacerlo, el recurso al que recurrimos en 2004 –en la primera edición “técnica” de este listado– fue trabajar con consultoras de recursos humanos para establecer, de acuerdo con los sectores y las áreas de las empresas, qué posiciones estaban mejor remuneradas.
La misma posición, como directora financiera, no tiene el mismo peso en un banco que en una empresa de consumo. Posiciones distintas, como directora de Operaciones y directora de Mercadotecnia, tienen importancia relativa diferente en compañías manufactureras y del sector de lujo.
Sin embargo, el mundo de los negocios ha cambiado. Hoy, muchas mujeres ocupan posiciones de dirección general e, incluso, CEO, que pueden ser ordenadas de acuerdo con la facturación de la empresa. No sólo eso. Más allá de la facturación o de los ingresos que se perciben, el poder real viene de la influencia que se llega a tener tanto en la industria, como en el mercado y en las partes relacionadas de la empresa, los stakeholders.
También, las mujeres son dueñas o líderes de grandes empresas y el ranking lo demuestra: en 2020, el 44% de las mujeres que participan son dueñas, presidentas o directoras generales de empresas que transforman industrias y son líderes de sus sectores. Por todos estos motivos hemos decidido cambiar la metodología que hemos utilizado en los últimos 16 años. Expansión evoluciona a la par del mercado y busca reconocer el crecimiento de las mujeres en la alta dirección, por lo que ya no es suficiente evaluar su compensación, sino también su nivel de influencia y su impacto en el mundo de los negocios. Por eso se valoró el poder de las decisiones de las mujeres en las empresas donde laboran y en las industrias donde tienen presencia a través de conocer qué tan involucradas están en los consejos administrativos de otras compañías u organismos empresariales, y las labores que realizan para impulsar el talento femenino.
Esta, cada vez mayor, gestión femenina no se trata de una imposición, sino de resultados evidentes: en las compañías en donde prevalece el liderazgo femenino existe un 10.1% de retorno de inversión, frente al 7.4% que registran aquellas empresas que no poseen esta fortaleza, de acuerdo con el Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD) del IPADE. Para demostrar la realidad detrás de estas cifras conversamos con muchas de las m§ujeres empresarias y altas ejecutivas que aparecen en la alta dirección en sectores de todo tipo. Están en el energético, tanto de renovables como en el de petróleo y gas, alguna en el de telecomunicaciones, comercio minorista, sector automotriz, de alimentos y bebidas, tecnología. Disfrútenlo.