EN BUSCA DE LOS UNICORNIOS MEXICANOS
Pongamos el ojo en lo que está sucediendo con las empresas de alto crecimiento de México. Un encuentro en Punta Mita muestra por dónde va el juego.
Algo cambió en el ecosistema de las empresas tecnológicas mexicanas. Ese campo que era incipiente, descapitalizado, de casos aislados y talento inconstante, es hoy un mundo dinámico, de equipos que interactúan, innovadores y constantes como no se veía en sus antecesores. Pasan por Silicon Valley para recibir cheques, mentoría o aliados estratégicos, pero operan, por costos y calidad de vida (esa variable que combina el precio de la vivienda con el caldito de la abuela), desde Guadalajara, Monterrey o Ciudad de México, lo que los hace enormemente competitivos. Como todos sabemos el fintech es lo de hoy, por la enormidad de las oportunidades, por la reforma (tibia y filtrada por los despachos legales de los grandes bancos), y la agenda gubernamental, pero la tecnología abraza hoy todos los sectores.
Las valuaciones superan ya el centenar de millones de dólares para varios a los pocos años de fundación, y los grandes fondos de venture capital, como Sequoia, Tencent, Andreesen Horowitz y el cuestionado pero mayor apostador, Softbank, tienen los ojos puestos en América Latina (donde México es un mercado clave); este último, con los 5,000 millones de dólares anunciados hace un año, de los que 1,000 caerán en 2020. El año pasado, México recibió 567 millones de dólares de inversión en 120 transacciones en start-ups tecnológicas, más del doble que en 2018.“Estamos en el punto de inflexión ( tipping point), de la inversión en tecnología de la región”, dijo Lynne Bairstow, Managing Partner de MITA Ventures, en los primeros días de febrero, mientras soltaba estos datos ante una audiencia de emprendedores, fondos y miembros del ecosistema, como abogados, y grandes compañías tecnológicas reunidos en las MITA Tech Talks 2020.
Estas pláticas, celebradas desde hace ocho años frente al océano Pacífico en jornadas de charlas breves en las que se evitan los pitches típicos a favor del análisis temático de tendencias, quisieron hacer ver que América Latina y México podían ser el motor de innovación tecnológica en el largo plazo. El momento ha llegado. La inteligencia artificial, la telemedicina y el avance del mundo del bienestar, el internet de las cosas y su correlato, el 5G –ya sea de la mano de Ericsson o de Huawei–, el crédito y el fintech y el marketing empoderado por la tecnología fueron los temas claves y la oportunidad para revisar algunas de las compañías más interesantes entre las surgidas en los últimos años.
Participaron empresas de alto crecimiento, como Bridgefy, una app de comunicaciones que surgió para situaciones de catástrofe natural, como sismos, y es hoy la que usan para comunicarse en las protestas en Hong Kong, o Yalo, un CRM sobre WhatsApp, presente en India, Europa y Sudamérica con las mayores multinacionales globales, o Rever, la primera empresa mexicana fondeada por Sequoia, enfocada a la gestión empresarial. Pasaron por ahí Nuve, Allride y otras muchas empresas fascinantes. México tiene sus gurús, como Tony Rallo, impulsor de KIO Networks (cuando comprobó los miles de dólares que le cobraba Telmex por almacenar sus datos, porque de toda gran necesidad nace la innovación). Rallo es hoy uno de los principales impulsores de las tecnológicas con aspiraciones a unicornio, esas compañías con valuaciones superiores a 1,000 millones de dólares, de las que ya hay 11 en América Latina.
EVOLUCIÓN SIN FRONTERAS
Uno de los temas claves es el de la escala, y cómo lograr un tamaño regional. Moderé una mesa con el chileno Pablo AlvésteguiSeelenfreund, de la plataforma de servicios de movilidad Allride, que ya está en una veintena de ciudades mexicanas tras iniciar en Chile y en Perú. Javier Mata, CEO de Yalo, que creció acompañando a grandes firmas empezando desde México o Brasil y ya está en India o Europa con su solución de atención a clientes para compañías enormes. Ulises Vázquez, de Mureni, una empresa de alineadores invisibles de ortodoncia, que, en un año, está presente en México y Brasil. El gran reto de estas compañías es que deben cuidar mucho el uso del capital y que se enfrentan
TENEMOS QUE EMPEZAR A PENSAR CÓMO NUESTRA TESIS DE CRUZAR FRONTERAS INTEGRA LA PROPUESTA FINTECH DE MÉXICO, QUE ES LOCAL, Y QUE, POR SU NATURALEZA, NO INTERESA TANTO A SILICON VALLEY.
Lynne Bairstow, Managing Partner de MITA Ventures.
al reto de la disparidad de regulaciones por país –Brasil, Argentina y México son mundos completamente diferentes en muchos sentidos–, a la complejidad de la logística debida a las carencias de infraestructura y a sistemas de pagos subdesarrollados –lo que hace que una empresa tenga que multiplicar sus capacidades sobre la marcha, como sucedió con Mercado Libre, hoy Marketplace, plataforma de pagos, empresa de logística y otras muchas cosas más. Mureni eligió un servicio médico no regulado, la ortodoncia, y muy demandado por su naturaleza estética. Yalo se enfocó en un segmento: grandes compañías (no atiende a quienes no tienen cierto tamaño). All Ride atiende varios segmentos con fuentes de ingresos diversos. Como nos muestran las historias de Uber y Wework, las empresas de alto crecimiento de hoy no son necesariamente las de mañana, los modelos cambian a una velocidad asombrosa. La misma Lynne Bairstow llegó a Punta Mita como desarrolladora inmobiliaria y, en 2008, ante la crisis devastadora que congeló todos los proyectos, cambió, temporalmente, de giro para enfocarse en las oportunidades del sector tecnológico. Hoy es una de las principales embajadoras de la tecnología para América Latina, siendo de las primeras que conectó Silicon Valley con México, mientras Punta Mita despegaba como centro turístico regional.
En la conferencia de este año, a la que asistieron 150 personas, todas por invitación, destaca varios puntos de la agenda. “Yo destacaría que, este año, tuvimos presencia de Nigeria, vimos el desacoplamiento México y China y creo que lo que tenemos que empezar a pensar es en cómo nuestra tesis de cruzar fronteras, cross border, integra la propuesta fintech de México, que es local, y que, por su naturaleza, no interesa tanto a Silicon Valley”, explica. Las previsiones para el cierre del año: más crecimiento, más expansión, más inversiones.