EL PODER MEXICANO DE NETFLIX
Hace siete años, nadie respondía las llamadas de Kari Pérez. Ni los productores ni los publicistas entendían qué era el streaming y por qué era rentable. Hoy, la historia es diferente: “Todos quieren ser parte de esta comunidad”, dice la directora de Comunicaciones para América Latina y US Hispanic de Netflix.
Llegar a este punto implicó esfuerzo, educación y estrategias de comunicación y mercadotecnia muy efectivas. Durante su primer mes de trabajo en la plataforma de entretenimiento, Pérez entendió que el reto era la adopción, así que recurrió a las redes sociales para explicar a la gente por qué necesitaba Netflix en su vida. “Las personas no sabían lo que implicaba este servicio, pero ya conocían la plataforma y lo que le ofrecía a los consumidores en Estados Unidos, por eso, cuando lanzamos en México fue una decepción, ya que el catálogo de opciones no les gustaba. Ahí fue cuando nos dimos cuenta de que teníamos que escucharlos para ganarnos su confianza”, explica la directiva, encargada de construir y posicionar la marca en más de 20 países de América Latina. Pero después de la tormenta viene la calma. Y el éxito. Pérez formó el área de Relaciones Públicas de Netflix y la dividió en tres: Publicity, para la promoción de series y películas; Comunicación, orientada a la reputación de la marca; y Consumo, para el desarrollo de historias con enfoque en la experiencia del usuario. Con ayuda de estos equipos, analizó el comportamiento de los usuarios de América Latina y descubrió que la representación y la inclusión son los temas que más importan. Los jóvenes quieren verse en la pantalla, se sienten más identificados con personajes que tengan sus mismos problemas. “Por eso, nuestra gran apuesta son las producciones originales”, explica. Este año, la plataforma invertirá más de 200 millones de dólares en producción propia.
Pérez lideró el equipo encargado de lanzar la primera serie original internacional en español, Club de Cuervos. “Fue la muestra de lo que podrían llegar a ser las producciones originales. Combinamos lo que quería la gente, con un contenido fácil de ver, y la adopción vino sola”, detalla. Esta producción mexicana, creada en 2015 por Gary Alazraki, fue nominada al Emmy como mejor comedia. También se encargó de la estrategia de comunicación para América Latina de las series originales de Netflix, desde House of Cards a Luis Miguel, la serie. “Esto fue un caso atípico”, dice Lourdes Hernández, gerente de Inteligencia de Negocios y Contenido de la IAB México. “No podíamos medir la audiencia de Luis Miguel... de la misma manera que la hacemos con otras series, pero nos llamó mucho la atención el impacto que tuvo en un mercado donde el streaming todavía no es la regla”. A decir de Pérez, esto apenas es el principio. Su siguiente paso es fortalecer el equipo creativo que se mudará a la Ciudad de México, a lo largo del año, para conformar la sede regional de la compañía. “Mi responsabilidad será liderar una oficina exitosa”, concluye.