LA APUESTA POR LAS DECISIONES SIN MIEDO
Si mira atrás en el tiempo, la vida de Claudia Márquez ha cambiado mucho de cómo la imaginaba a principios de la década de los 90, cuando inició su vida laboral. El entorno en el que se crió era muy tradicionalista, y no visualizaba desarrollar y planear una carrera. Y, sin embargo, la presidenta y directora general de Hyundai desde el pasado noviembre lleva 24 años creciendo en una industria tan desafiante como la automotriz.
Para ello, utilizó la idea de que sería un trabajo temporal a su favor. “Un poco mi personalidad era ‘no tengo nada que perder. Voy a pelear por aquello que crea que sea lo mejor’, sin ningún nervio o susto de qué podría pasar”, comenta.
Con esta mentalidad, en 2015 en su nueva posición como directora senior de Operaciones de ventas de Infiniti en Estados Unidos, propuso triplicar el volumen del modelo QX50, un producto que no estaba funcionando para una marca que veía caer sus ventas anuales hasta en 30%.
Ya contaba con una experiencia sólida en automotrices como BMW –donde estuvo más de 16 años– y Nissan –dos años–, pero el escenario no era fácil: una mujer mexicana tenía que hacer repuntar las ventas en el segundo mayor mercado para la industria del mundo.
Pero la estrategia funcionó. Las ventas se recuperaron. “Tuve la oportunidad de hacer una diferencia muy notoria con una estrategia implementada y traída por mí, y que nadie más quería hacer”, afirma. Para ella, el año 2000 fue determinante. Fue cuando obtuvo su primer puesto gerencial, el de operaciones de ventas de BMW en México. “Había sido la posicion más alta a la que creí que habría podido aspirar. Y dije: ‘A lo mejor hay un par de posiciones más adelante’. Nunca creí lo que hago hoy, aquel entonces”, recuerda.
Ahora, tras cinco años de trabajar en el mercado estadounidense –primero, en Infiniti, y luego, en Nissan, al frente de las ventas y operaciones de la marca–, Márquez regresa para comandar la surcoreana Hyundai, en uno de los momentos más difíciles de la industria desde la crisis financiera de 2009.
Con una caída en las ventas del sector de casi 9% en 2019, está enfocada en mantener una posición de mercado de 3.5% –que la automotriz ha concentrado en el último par de años– más que en aumentar el volumen de ventas. Gerardo San Román, de la consultora JATO Dynamics, considera que Hyundai tiene el desafío de “saber aguantar” los cambios y mantener su portafolio y oferta de producto, pero, sobre todo, cuidar el rubro de la rentabilidad. “El gran volumen es arma de doble filo, porque cuando baja tienes que remoldear toda tu capacidad y modelo de negocio”, advierte.
Pero Márquez parece tener en mente este rubro, y asegura que el crecimiento de la marca bajo su gestión se dará no necesariamente en términos de volumen. “Somos muy cercanos con los distribuidores para lograr un crecimiento medido pero rentable, y lo más importante es ratificar el mensaje de calidad y confiabilidad en nuestros productos”.