EL CIELO (BRASILEÑO) DEBERÁ ESPERAR
Varias empresas mexicanas tenían planes este año en ese mercado sudamericano, ahora truncadas por los efectos del COVID-19.
EEl mercado brasileño era, hasta hace un par de meses, la principal apuesta de crecimiento para una serie de compañías mexicanas en 2020. A diferencia de la débil expansión del consumo que se esperaba en México, Brasil prometía dejar definitivamente atrás la peor recesión económica de su historia, registrada entre 2015 y 2016, y el bajo crecimiento de los tres años siguientes. Con un alza estimada del PIB superior al 2% y una aceleración del mercado interno, las expectativas para América Móvil, Bimbo, FEMSA, Cinépolis y Mexichem, entre otras presentes en ese país, eran altas. Esas proyecciones se desplomaron con los efectos del coronavirus. Goldman Sachs pasó de pronosticar en enero un alza de 2.2% del PIB a una caída de 3.4%. Ese cambio de escenario golpea con mayor fuerza a las compañías que concretaron adquisiciones en los últimos meses. Una de esas firmas es América Móvil, que, en diciembre pasado, desembolsó 905 mdd para comprar Nextel Telecomunicaciones y sus subsidiarias de NII Holdings. “Con esa operación, América Móvil agregó 3.3 millones de suscriptores pospago y, sobre todo, frecuencias que le permiten tener una mayor flexibilidad para sus planes de expandir la red 4G/ 4.5G en Brasil”, dice Eduardo Tude, director de la consultora Teleco, en São Paulo. La efectividad de esa apuesta ahora está en duda. “Cuando América Móvil compró Nextel, el precio fue interesante, pero claramente si esa operación se hubiera concretado en las actuales condiciones, el valor sería muy distinto”, dice Ari Lopes, analista principal para América Latina de Omdia, en São Paulo. “Es momento de reevaluar los planes en Brasil porque el país está parado: al igual que el resto de las compañías, deberá proteger su flujo de caja en los próximos meses y las inversiones se reducirán”. En noviembre, FEMSA Comercio acordó, por aproximadamente 140 mdd, la compra de 50% de Raízen Conveniências, con lo cual ingresó al segmento de tiendas de conveniencia en las estaciones de gasolina. Raízen es un joint venture entre Shell y la local Cosan. “Las tiendas de conveniencia pueden ser una alternativa de corto plazo, pero el riesgo es que surjan más restricciones ante el avance del coronavirus”, advierte Adalberto Viviani, presidente de Concept, consultora especializada en consumo. Las ventas de Coca-cola FEMSA podrían mantener su impulso. En el cuarto trimestre del año pasado, la comercialización de refrescos saltó 7.9%. “Las personas se quedarán más en casa, querrán tener alguna recompensa y los refrescos entran en esa categoría”, señala Viviani. Con una devaluación del real y una caída abrupta de las ventas minoristas, las mexicanas están recalculando sus proyecciones, que varían según el plazo en que podrían mantenerse las restricciones a la circulación. En cualquier caso, ya hay una certeza: la vieja promesa de una explosión de consumo en el principal mercado sudamericano tampoco se cumplirá este año.