EL PRESAGIO DE OTRO ‘CATARRITO’
Casa de Bolsa, estima que el sector productivo se contraerá 6%, mientras que los economistas de BBVA México prevén una caída de hasta 7%, ante lo que describen como “niveles extraordinarios de incertidumbre”. De acuerdo con la economista, todo apunta a que en el tercer y cuarto trimestres de este año habrá cifras de repunte mucho más rápido debido a la reanudación de las actividades productivas. Sin embargo, advierte que estas buenas noticias serán opacadas por la llegada de nuevos brotes y el avance lento de una vacuna contra el COVID-19. Para evitar un mayor deterioro, la Reserva Federal (Fed) ha recortado su tasa de interés a cerca de 0% y ha establecido una amplia red de programas para asegurar que los mercados financieros sigan funcionando durante la pandemia. Mientras tanto, el Congreso considera aprobar billones de dólares en asistencia adicional para ayudar a los estados e incrementar el pago a trabajadores esenciales que están realizando labores más arriesgadas. Roldán señala que si se tomaran en cuenta a las personas que dejaron de trabajar de manera temporal, el porcentaje de desempleo ascendería hasta 20%. Los sectores más afectados serán servicios y transportes, aunque también se espera un cambio radical en el consumo a partir de las restricciones en el gasto habitual de las personas. La baja en la actividad económica, particularmente, en el sector de servicios, la disminución de los precios de los activos y la tardanza en la presentación de impuestos implican reducciones significativas en los ingresos fiscales, según BBVA Research. Para algunos estados, como Nevada, Tennessee, Nueva York, Colorado y Florida, la contracción en la industria de las artes, el entretenimiento y la recreación generará considerables déficits de flujo de efectivo. Nevada y Florida se verán afectados por una menor actividad en servicios de alojamiento y alimentación, junto con otros estados, como Hawai, Vermont y Maine, detalla el reporte de BBVA. Frente a este escenario, ¿qué queda para 2021? Lo único seguro es que la incertidumbre no se disipará, pero los expertos esperan que Estados Unidos llegue a repuntar hasta 5%. “Por eso, es tan importante que haya buenas noticias en salud. El año que entra vamos a ver una actividad no tan vigorosa, pero todo depende de que las acciones de reactivación se den de la mano con protocolos. Si esto no pasa, el riesgo es altísimo y lo que va a hacer es que tengamos varios años perdidos en términos de crecimiento”, advierte Roldán.