NUEVOS HÁBITOS DE CONSUMO
La brújula hacia la recuperación del retail
Es un hecho que la pandemia ha tenido un impacto importante en los ingresos de las empresas de varios sectores detallistas o retailers (tiendas departamentales y especializadas) en nuestro país, las cuales hoy se enfrentan a grandes desafíos. Para superarlos y lograr recuperarse y prosperar, en los próximos meses, será conveniente que tomen en cuenta un factor fundamental: los nuevos hábitos de consumo de los mexicanos.
En primer lugar, es necesario reconocer que el e-commerce llegó para quedarse. Antes de la contingencia sanitaria, muchas personas nunca habían comprado por internet, pero, con las medidas implementadas para evitar contagios (como el confinamiento y el distanciamiento social físico), se vieron obligadas a hacerlo. Poco a poco, descubrieron los beneficios de esta modalidad –poder adquirir los productos de su preferencia desde la seguridad y la comodidad de sus hogares–.
Con el tiempo, además del comercio electrónico, otra de las prácticas que tomó una mayor relevancia es la de comprar en línea y recoger en tienda, una opción un poco más eficiente, en cuestión de tiempo, y que, al igual que el e-commerce, aunque pase la pandemia, seguirá siendo parte fundamental de la estrategia de venta de las organizaciones minoristas. En segundo lugar, con respecto a las compras en físico, otra tendencia que podría mantenerse a largo plazo es que las familias salgan a comprar con menor frecuencia. Antes de la covid-19, por ejemplo, las personas solían asistir al supermercado una o dos veces a la semana; hoy lo hacen cada 15 días. Es probable que el hábito de ir de compras, por recreación o esparcimiento, se mantenga entre ciertos sectores de la población en México, pero sin duda buscarán hacerlo en menor medida. Otro elemento a considerar es la demanda que tendrán ciertos productos en los próximos meses. Con el arranque de los programas de vacunación contra la covid-19 en nuestro país, lo más seguro es que, en el segundo semestre de 2021, observemos una recuperación económica de los negocios de artículos discrecionales y un menor crecimiento de los negocios de artículos básicos.
¿La razón? Que, en el contexto de crisis sanitaria, algunos consumidores retrasaron la compra de artículos no indispensables en tiendas departamentales, de lujo, de ropa y mueblerías, pero cuando las circunstancias reactiven casi por completo el comercio presencial, es probable que las compras en estas categorías se recuperarán rápidamente.
En contraste, se espera que la demanda de bienes básicos —como los artículos de limpieza, perecederos, abarrotes y comestibles, los cuales han tenido un notable crecimiento en los últimos meses, en gran parte porque muchas personas permanecen más tiempo en casa— descienda un poco y se equilibre cuando se restablezca el trabajo presencial, así como las actividades en las escuelas.
Respecto al posible cierre de tiendas físicas, es probable que observemos casos de este tipo en México, los cuales obedezcan, sobre todo, a cuestiones relacionadas con la conveniencia de la ubicación. Esto llevará a los detallistas a ser más selectivos al momento de decidir dónde abrir sus establecimientos.
Evaluar los nuevos hábitos de consumo y diseñar una estrategia clara respecto a la presencia que quieren tener y los canales de venta hacia los que van a apostar —ya sean físicos, digitales u omnicanales— haciendo un uso más eficiente de sus recursos, permitirá a los retailers definir el camino a seguir para alcanzar, este 2021, la tan ansiada recuperación.